todos estamos igual

domingo, 25 de marzo de 2012

La derecha deplora que ganemos la calle


por Oscar Cuervo

@psirven: Que el funesto 24/3 sea feriado (en vez del 10/12, regreso a la democracia) es otra loKura.Idem el 2/4 (Malvinas). Menos mal q hoy es sábado.

El tarado de Sirvén refleja con bastante fidelidad el sentido común antiK promedio. Es decir, hay otros mucho más tarados y algunos un poco más inteligentes, pero sus tuits expresan un punto de convergencia difusa que abarca a Magdalena, Noriega, Fontevecchia, Eliaschev, Levinas, Raffo, Tenembaum, Quintín, Majul, Fernández Díaz, Caparrós, Morales Solá y Marcos Aguinis, entre tantos. Algunos lo expresan de manera más brutal, otros lo atenúan con un grado de distancia cool, algunos un poquito más izquierdosos, otros un tanto más videlistas, pero Sirvén colinda con todos. (Es notable observar cómo la oposición política propiamente dicha, los partidos, se alejan cada vez más, con cierta sensatez, de la monotonía corporativa).

Ayer sábado al mediodía Sirvén tuiteó esa soberana pelotudez. Reprueba la movilización que conmemora el último golpe militar, confunde conmemoración con festejo, le atribuye loKura a una decisión política racional que excede largamente al kirchnerismo para abarcar a sectores mucho más amplios, se queja por el día no laborable. 

Su desazón es nuestro júbilo.

Es notable que a medida que los años pasan el peso de la conmemoración crezca en cantidad y calidad. Debe ser la única fecha del calendario que dos sectores políticos diversos como la izquierda clásica y el kirchnerismo reivindican como propia, con la misma pasión y firmeza. Se hacen dos inmensas movilizaciones sucesivas (que a la vez permiten la expresión de matices diferenciados en cada uno de los dos grupos, como los momentos distintos que elijen los organismos de DDHH para manifestarse), la marcha de los distintos sectores militantes se desarrolla en paz y con impecable respeto por los otros, y a medida que los años pasan se va cargando de nuevas perspectivas políticas. La de este año pone en foco a los grupos económicos que impulsaron y sostuvieron a la dictadura, la necesaria colaboración civil (del campo empresarial y mediático) sin la cual el genocidio no hubiera sido posible. Ya no basta con el juicio y castigo a los genocidas (este paso ya está definitivamente aceptado y, salvo algún que otro fascista extravagante, a casi nadie se le ocurre la posibilidad de dar marcha atrás). Ahora se trata de asumir una mirada más abarcadora y menos abstracta: el terrorismo de estado prepararó el terreno para una severa reforma estructural, política, social y cultural que sólo en la última década se va desmantelando. Lo que era hasta hace unos años asunto de especialistas (el comprender que los campos de concentración eran una pieza de un dispositivo diseñado con frialdad, financiado con entusiasmo, promovido con pericia publicitaria) ahora empieza a ser una evidencia compartida. 

Ayer fueron muchas horas de circulación de militantes, que convirtieron la rememoración del pasado en un programa para el presente y el futuro. Porque los que diseñaron y publicitaron el proceso genocida no son los que se mancharon las manos de sangre (nunca lo hacen), no han sido juzgados (es prácticamente imposible encuadrar sus acciones en figuras penales) y -lo que es decisivo- a diferencia de las cúpulas militares destituidas y encarceladas, los otros, los que financiaron y se beneficiaron, los que anestesiaron las conciencias y mostraron la dictadura como un camino lógico y deseable, esos están todavía en funciones (un solo ejemplo, en verdad minúsculo: la columna de James Neilson en la revista Noticias de esta semana es una reivindicación apenas velada del golpe y lo más cercano que se ha escrito en estos días de las declaraciones de Videla: "con cualquier otro que no fueran los Kirchner estaríamos mejor".

Por eso hay que decirle a la tarada de Sirvén que no se trata de un festejo cualquiera y mucho menos de un feriado dominguero, sino de un instante en el año en el que el pueblo hace una de las cosas que la derecha más deplora: ganar la calle.

(Hoy a la medianoche en La otra.-radio la seguimos. FM La Tribu. Online.

3 comentarios:

Liliana y Carlos dijo...

Cuando el gobierno declaró feriado el 24/3, yo no estuve de acuerdo.
Pensé que, como en otras ocasiones, la fecha se iba a "licuar".
Evidentemente me equivoqué, y cada año la conmemoración tiene más sustancia, más peso.
Es una verdadera pena que el recuerdo de esta fecha trágica sea patrimonio de una parte de la sociedad argentina, que no estoy segura de que sea mayoritaria.
Quizás me encuentre influenciado por vivir en un medio rodeado de aquellos que reclaman la "verdad completa" y el juzgamiento de los responsables de la guerrilla o, en el mejor de los casos, de los que mantienen una "prudente" distancia con los hechos de este recordatorio.

Carlos G. dijo...

El comentario anterior es mío

Oscar Cuervo dijo...

Carlos G:
ayer hubo cientos de miles en todo el país, mucha militancia joven y también gente suelta. Esas mcvilizaciones las derecha no las logra, ni con los gritos destemplados de Julio Bazán ni con la cara de estreñidos de Ma. Laura Santillán y Lapegüe, ni con los sermones del padre Nelson Castro. Ganar la calle es un logro muy temido por la derecha, por eso hoy los diarios de esa tendencia taparon la movilización.