todos estamos igual

miércoles, 8 de junio de 2011

Charlie & Charlie

La sombra de una duda


por Eric Rohmer y Claude Chabrol
(del libro Hitchcock)

El vínculo que une a Charlie con su tío está claramente indicado a lo largo del filme. El criminal y su sobrina no tienen solamente el mismo nombre: se entienden gracias a una suerte de telepatía. Además sus figuras son antitéticas: Charlie es la inocencia, tío Charlie es la duplicidad. Ella tiene el brillo de la pureza, él ejerce sobre los seres una seducción casi luciferiana. Así, pues, se puede concebir a Charlie como un ser único en dos personas distintas: el tío, el condenado; la sobrina, el ángel. Es casi imposible ver esta obra nada más que como un ingenioso especímen del film policial psicológico. La estructura del guión, la versificación deliberada de la puesta en escena lo prohíben. Aquí todo descansa sobre el principio de la rima. Quizá no haya un solo momento de este filme que no encuentre en algún punto su doble, su reflejo. O, si se prefiere, digamos con François Truffaut, del que tomamos estos ejemplos, que La sombra de una duda está construido sobre el número dos:

1. a) Nueva York. El tío Charlie está acostado en la cama, completamente vestido. Su cabeza está a la derecha de la pantalla.
1. b) California, Charlie, la sobrina, está acostada en una cama, completamente vestida. La posición es simétrica -como el reflejo de un espejo- de la de su tío.

2. a) Charlie va al correo para enviar un telegrama a su tío.
2. b) Encuentra allí un telegrama de este.

3. a) El detective confiesa a Charlie que está vigilando a su tío, pero agrega:
3. b) Que otro detective vigila a otro sospechoso, en la otra punta del país.

(...)

En cuanto a la mayor belleza de este filme (uno de los preferidos de su autor), nos limitaremos a indicarla. La idea moral del "intercambio" constituye la viga maestra de esta construcción y sin la cual se derrumbaría como un castillo de naipes. Idea-madre del sistema hitchockiano que descubrimos en un punto del camino y con la que nos cruzaremos cada vez con más frecuencia. El seductor tío Charlie tendrá por primos al Brandon de Festín diabólico y al Bruno Anthony de Pacto siniestro: los sofismas de ese personaje anuncian los de estos últimos. Aquí, sin embargo, a primera vista la presencia de una verdadera "transferencia de culpabilidad" se nos escapa: la muchacha no se cree culpable, no actúa como culpable. Pero recordemos las palabras del tío: "El mundo -dice- es un gran chiquero". El tío Charlie carga sobre el mundo la responsabilidad que él mismo no quiere asumir, y el oprobio con que lo recarga brota sobre el alma, pura hasta entonces, de su sobrina, que también forma parte de él. Nuevamente será este mundo al que acusarán los últimos diálogos del film, esta vez en boca de Charlie y su novio: "¿Por qué existen seres tan mosntruosos?". Con su descubrimiento de una tara constitutiva del universo -de un problema del Mal, dicen los filósofos-, el inocente pierde su inocencia.

1 comentario:

Martha dijo...

a MI ME RECUERDA O LA ASOCIO CON EL EXTRAÑO de ORSON WELLES. Me pregunté por qué - la de Hitch es mucho mejor- y debe ser porque la escena de la escalera - no cuento nada, nada, no no!!- tiene cierta similitud.La de WELLES fue finiquitada dos años antes según la cronología de Bogdanovich. Son los meandros de la memoria. Adoro a los dos, prendo velitas.Acabo de ver por el Incaa: INDEPENDENCIA de Raya Martin y todavía me dura la emoción ¿ Por que le dirán Martín Raya??