Fin de ciclo

La otra.-radio, último programa en vivo del año, para escuchar clickeando acá 

Ultimo programa en vivo de 2016. La verdad es que fuimos muy felices este año en Radio Gráfica. La medianoche del domingo al lunes es hermosa en Barracas al sur, Avenida Patricios completamente vacía. Y los que hacemos La otra llegamos al corazón palpitante de la radio a encontrarnos cada vez con personas que vienen a hablar con sensibilidad e inteligencia de lo que hacen (si así no lo creyéramos, en todos los casos, ni nos molestaríamos en invitarlos). La otra además se fortalece en el seno de una radio compañera. Especial agradecimiento a nuestros operadores de cada domingo, a los columnistas habituales (un montón), a las productoras (Carmen y Sofi), a mis compañeros de aire (Maxi, Willy, Martín, Alejandro, Franco), y a Carlos Aira y Gabriel Fernández, que nos han recibido en Gráfica con tanta hospitalidad.

Este programa fue especial, por ser el último que hacíamos en vivo este año, lo que de alguna manera convoca el recuerdo de todos los anteriores, le da una figura concreta para siempre.

[Las dos próximas semanas dejamos una programación musical con un montón de canciones de varios de los mejores discos de este año].

Este año salieron unos cuantos buenos discos y ese es un buen motivo para estar en el aire: la radio es esa gran invención del siglo anterior que permite musicalizar una ciudad hasta cuando casi todos están dormidos.

Los discos del año, según La otra

Hacer sonar a: Florencia Ruiz y el Mono Fontana, David Bowie, los Cadillacs, Frank Ocean, Andrés Calamaro, Kanye West, Liliana Herrero, Jack White, Palo Pandolfo y la Hermandad, con sus mejores canciones más recientes. Es dos veces gracias: por escucharlas y por compartirlas. ¿Y si acaso alguna noche todos estuvieran dormidos? Igual sería un regalo ponerle esas canciones a la ciudad durmiente.

Los que quieran pueden revivir esa música y las razones para haberla pasado clickeando acá.

Pero además La otra.-radio fue desde el principio pensada como una conversación íntima. Cuando hacemos el programa solos o cuando vienen invitados, siempre nos gusta conversar, escuchar una voz, dos, tres voces.

Por ende, este programa también fue especial por nuestros invitados. Dos cineastas que este año hicieron sus respectivas primeras películas. Dos películas muy distintas, dos miradas inaugurales para empezar a esperar más cine.

Edgardo Castro hizo La noche; Gabriel Zaragoza hizo Un hombre que no supo a dónde ir. Curioso La noche podría llamarse Un hombre que no supo a dónde ir. 

Cada una de ellas merece pensarse por separado, pero las contingencias de agenda las hizo encontrarse en nuestro último programa en vivo del año. Se trata de apuestas artísticas poderosas por su fragilidad: convocan a un espectador que sea capaz de descolocarse de sus hábitos. Repensar el cine, interrogar la mirada. Experiencias que no podrían configurarse sin ellas, las películas. Las dos miran la época, con muy diversos tonos. El día y la noche. Las figuras y el fondo. Ficción y documento. Lo real de la alucinación. En las dos hay hombres que no saben a dónde van. La forma que cada una de ellas se ha dado es una invitación a pensar el cine en su capacidad de descubrir, todavía, la situación histórica de la humanidad. Son políticas en un sentido cabal: politizan nuestra mirada.

Tengo que escribir de ellas por separado.

Pero los que escuchen el programa, oirán a sus realizadores decir sus motivos. Nosotros conversando con ellos, haciendo que el cine se prolongue en el elemento de la palabra. No les voy a contar acá de lo que hablamos.

Para escucharlos, clickeen acá.