todos estamos igual

lunes, 18 de enero de 2016

La Tupac Amaru

Fragmentos fotográficos sobre la organización barrial Tupac Amaru, Jujuy

Dice Sebastián Miquel, autor de estas fotografías de la Tupac tomadas desde 2012:

"Hace mucho tiempo la vida me puso al, y del, lado de la Tupac Amaru. Ellos vienen de la noche más oscura y más larga, marchando y luchando. Han ganado, han perdido y se han levantado, siempre. Luchan por Tierra, Trabajo, Vivienda, Salud, Educación y Dignidad".

1 comentario:

Tilo dijo...

El sufrimiento, las carencias, los reclamos de los pobres entre los más pobres, siempre se perdíeron en la lejanía de sus remotos pueblitos miserables.
La burguesía chupacirios, indiferente, cómplice o directamente genocida como en el caso del geronte atorrante Blaquier y otros de su misma casta excluyente y maldita, sólo supo ignorarlos, además de esquilmarlos y explotarlos prolijamente a lo largo de generaciones.

Milagro y su gente, desde hace 20 años, siempre bailando con la más fulera, pusieron su cuerpo, su esfuerzo y su OCUPACIÓN - más que su preocupación - para concientizar, redimir y dignificar a esas personas sencillas e inocentes uno de cuyos integrantes (e imagino que así habrá ocurrido casi con la totalidad de ellos) comentó que "había conocido lo que era un inodoro cuando tenía 14 años". Tan básicas sus carencias, tan absoluto el olvido y la indiferencia en que siempre estuvieron sumidos.

La mejora de la calidad de las vidas de esos argentinos nunca fueron toleradas por "la gente bien", la "gente como uno", que siempre recurrieron a la limosna, a la beneficencia tipo Cáritas para quedar tranquilos con sus conciencias dejando las cosas como siempre estuvieron.

El apoyo que Milagro gozó a través del apoyo del gobierno nacional y que le permitió la realización de las obras maravillosas que tan bien estás mostrando y que la mayoría atorranta que critica jamás vió, es la que ahora la acorrala, la encarcela, la vilipendia.

Milagro, como casi todo el mundo, tiene sus claros y sus oscuros. Podrán achacársele su estilo poco elegante, casi agresivo y sus muchas arbitrariedades que surgen casi naturalmente cuando te enfrentás con la insolencia del poder impune. Pero del otro lado de la balanza están la felicidad, el bienestar y el reconocimiento de miles de ciudadanos pobres, humildes pero no indignos.

Esta basura violenta y revanchista es parte principalísima del maldito CAMBIO.