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miércoles, 20 de julio de 2011

ADN: ¿Cómo seguir la lucha por la verdad?


por Daniel Cholakian

En la noche del viernes 15 de julio se conoció públicamente que el cotejo realizado en el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) del perfil genético de los hermanos Noble Herrera con el grupo de familias de personas desaparecidas durante el período 1975/76 ha sido negativo. Si bien se resguardan los casos de tres familias en el caso de Marcela y una para el caso de Felipe, para los cuales no es posible excluir el lazo, esto responde más a un formalismo técnico que al hallazgo de sospechas efectivas de posibles inclusiones.

Hace 23 días atrás escribíamos aquí que la respuesta al ¿por qué ahora? estaba evidentemente fundada en que los directivos del Grupo Clarín tenían información cierta de que el cotejo con las familias registradas en el BNDG daría exclusión tanto para Marcela como para Felipe*. Lo que destacábamos entonces era lo siguiente:

1) Que la decisión no fue de los jóvenes por la angustia y el acoso personal al que se sentían sometidos, tal como se argumentó entonces, sino que fue tomada en el círculo más cercano de la señora Herrera de Noble, como estrategia del grupo empresario.

2) Que para garantizar la certeza de la información, más allá de la asistencia –a esta altura admitida públicamente– de la Dra. Ana María Di Lonardo (directora del BNDG hasta 2006), el Grupo Clarín debía contar con información adicional. En estos días se pone el foco en aquella computadora de la que todos hablan y que fuera sacada por Di Lonardo de la sede del hospital Durand en el momento de hacerse efectiva la intervención. No se puede afirmar que en la misma hubiera información sensible, y si la hubiera, dado el momento en la que fue retirada (5 años atrás), la misma no estaría actualizada al día de hoy. Por lo cual, lo que hubiera guardado allí no explica absolutamente la certeza.

3) Que había que entender este momento como uno más en el largo y sinuoso camino en busca de la verdad. Que la búsqueda no se agotaba en este momento y tampoco con estos jóvenes.

Lo que ocurrió el viernes – y que va a culminar con el cotejo con los registros restantes del BNDG – es la confirmación de lo que se había hecho evidente.

Lo que ahora intentará el grupo es establecer el final del tema. Clausurar discursiva, política y jurídicamente la cuestión. Y hacerlo sosteniendo que hubo un enfrentamiento entre el gobierno y el grupo, para hacer político lo judicial. Al mismo tiempo se pretende que los jóvenes fueron victimizados ahora, y no cuando al inscribir la adopción su identidad fue ocultada y falsificada, cosa que está demostrada judicialmente. Para alcanzar este objetivo utilizan el complejo dispositivo que articulan, abogados, voceros, periodistas. Ellos enarbolan unánimemente un discurso que propone clausurar todo. Desarrollan un conjunto de enunciados que niega la continuidad de la duda razonable. Lo que sostienen públicamente podría resumirse en la siguiente frase: se terminó, no hay más nada que discutir, corresponde cerrar la causa y concluir la búsqueda. Los chicos no son hijos de desaparecidos. La señora Noble no cometió delito alguno. Pero lo cierto es que de estos análisis no emergió una verdad definitiva. La duda continúa. Es cierto que no tienen lazo filial con ninguna de las familias que hasta hoy han dejado material genético en el BNDG. Pero del mismo modo, es inobjetable que hasta hoy no conocemos la identidad real de Marcela y Felipe, ni podemos afirmar que ellos no son hijos de desaparecidos. Mientras la verdad (entendida con toda la relatividad filosófica y científica que esta palabra encierra) resolvería la cuestión de la identidad de los jóvenes, el mantenimiento de la duda hace que la cuestión siga abierta y que como tal pueda reclamarse una respuesta.

Comprender esto nos permite preguntar por la intención que tiene la estrategia del Grupo. Lo que parecen buscar es que se cierre definitivamente la causa por las adopciones irregulares, cuya prescripción podría declararse ahora (aunque hay discusiones jurídicas al respecto). Si esto ocurre, no habría condena por aquel juicio contra Ernestina Herrera, pero también se bloquearían los caminos judiciales futuros por la disputa hereditaria potencial. Roberto Noble tuvo una hija propia, Guadalupe, a quien tal vez se le abrirían nuevas puertas para el reclamo, si se declarara judicialmente irregular la adopción de Marcela y Felipe. Mucho más si Ernestina Herrera fuera condenada penalmente como apropiadora de hijos de desaparecidos. De modo que en este momento el objetivo central del grupo es proteger a la viuda de Noble y cerrar los caminos a cualquier disputa futura por los derechos sobre la herencia. (Para detalles sobre cómo se desapropió a Guadalupe Noble de sus derechos recomendamos esta nota de Juan Salinas).

Es preciso analizar la cuestión de la actuación de la Dra. Di Lonardo, fundamentalmente para no hacer especulaciones impropias. En primer lugar, cualquier participación que haya tenido, cualquiera sea el juicio ético que merezca, no permitió que los resultados sean manipulados. De ningún modo puede pensarse que su colaboración con el Grupo Clarín haya significado alteración una de los datos o de los procedimientos o de los resultados finales. El cotejo contra las familias registradas en el BNDG es inobjetablemente negativo. En estos días muchos centran su atención en la famosa computadora que podría contener datos. Sin embargo, y lo reiteramos, esos datos tendrían 5 años de antigüedad. ¿Se pudo tener certeza del resultado con datos tan desactualizados? No. Desde entonces se han incorporado nuevas familias. Por lo tanto la certeza requiere de información renovada. Lo cierto es que hay al menos una persona que trabaja en el BNDG y tiene vínculos públicos con la Dra. Di Lonardo y el Dr. Pablo Jacoby (abogado, socio del Dr. Cavallo). Aun cuando esta coincidencia no alcanza para imputar a esta profesional de ninguna actuación en relación con los hechos referidos, lo cierto es que es posible sospechar que por esa vía podría haber un acercamiento entre el Grupo y la información actualizada. De todos modos, más allá de la posible actuación infiel, ninguna conducta ha podido tener consecuencias sobre el resultado de los estudios.

En relación con lo que prosigue, más allá de la causa y de los intereses de la señora Herrera de Noble, lo central es comprender que el caso de los jóvenes Marcela y Felipe no debe diferenciarse de otros tantos que dudan sobre su origen e identidad. Miles de jóvenes han dejado sus muestras en el BNDG. Solo algunos de ellos han tenido éxito en su búsqueda o podrán tener lo en el futuro. Se estiman en 500 los hijos apropiados. Algo menos de 250 familias han dejado sus muestras en el Banco, sin embargo más de 2000 jóvenes han dejado su ADN allí pues, como Marcela y Felipe, tienen una identidad incierta.

Por ello, ampliar la cantidad de familias que dejen allí sus muestras es tan importante como incorporar la información de jóvenes cuya identidad sea desconocida. Este trabajo, que desde hace años vienen cumpliendo Abuelas con el apoyo del BNDG y los organismos públicos correspondientes, hay que sostenerlo y redoblarlo. Aprovechar la amplificación pública de este caso para con esa potencia tomar impulso hacia la búsqueda de posibles implicados (tanto quienes buscan, como quienes son buscados). Hoy los hermanos Noble Herrera son dos entre tantos otros que no tienen identidad probada y que nacieron en el período en que se produjo el robo sistemático de bebes. Para cada nueva familia que deje su información genética, se realizarán los cotejos con los miles de jóvenes que esperan respuesta. Entre esos miles, están también Marcela y Felipe. Y como ocurrió con Martín Amarilla, tal vez ellos puedan en el futuro conocer su identidad.

En relación con el futuro del BNDG, la ley 26548 por el cual se transfiere el mismo a la órbita del Ministerio de Ciencia y Tecnología, está pendiente de ser reglamentada. La comisión asesora que acompañó al ministro Lino Barañao en la tarea de redactar la reglamentación, recomendó, entre otras cuestiones, una que consideramos fundamental: la ampliación del BNDG con los datos de las tipificaciones obtenidas por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF). Esta institución posee ADN de miles de personas desaparecidas que no están incorporados en el BNDG. Aun cuando sobre esas personas desaparecidas no hay sospecha de que hayan tenido hijos y que estos hayan sido apropiados (como en el caso de las 500 familias de los que sí se sospecha tal condición), también es cierto que los familiares sobrevivientes no siempre tenían contactos con quienes finalmente fueron muertos o desaparecidos. Por lo tanto, muchos familiares nunca supieron de embarazos o nacimientos entre ellos. También es cierto que muchas familias han sido masacradas en todas las generaciones. Existen claros registros de esta práctica. En muchos de esos casos los niños han sido robados y sus padres y abuelos asesinados y enterrados como NN en tumbas colectivas. ¿Quién sabe y quién está en condiciones de reclamar por la identidad de esos niños? Nadie. Y tal vez los restos de alguna de esas familias devastadas se hallen entre los tipificados por el EAAF. Existe una posibilidad real de que cruzando los más de 5000 ADN registrados por ellos y los más de 2000 de los jóvenes que han dejado sus muestras en el BNDG, pueda surgir alguna compatibilidad. Aun cuando el EAAF ha hecho observaciones sobre ciertas cuestiones formales y legales para aceptar tal incorporación, es menester considerar esta posibilidad.

La lucha por la verdad es la lucha por esas 500 familias, por los que no están y por aquellos jóvenes que aún no conocen su origen y su identidad. Ese reclamo, que es el que da sentido real a la historia, sigue vivo, vigente y no se ha clausurado, ni se clausurará. Ni siquiera para el caso de Marcela y Felipe Noble Herrera.

* Para corroborar lo que escribíamos el 28 de junio, el día 11 de julio el Dr. Horacio Silva, abogado de Marcela y Felipe Noble Herrera declaró en el propio diario Clarín: “por el grado de análisis que nosotros hemos hecho, tenemos la tranquilidad de que no hay elementos en la causa que permitan sospechar que sean parientes de algunas de las familias que tengan material genético en el Banco”. O sea que confirmaron nuestras sospechas. A confesión de partes

8 comentarios:

Maloperobueno dijo...

Saludos

La cuestion Noble obviamente es una lucha justa, el problema es cuando se hace un uso politico de esta cuestion o mejor dicho,una cuestion personal entre el Gobierno y el grupo Clarin.
Si tan preocupados estamos en que se sepa la verdad, porque no profundizamos otras denuncias existentes?
Por ejemplo, Hugo Moyano tiene un par de causas en Mar del Plata por colaborar con la triple A y se ha hecho una denuncia contra Gerardo Martinez por haber prestado servicios en tiempo de la Dictadura en el Batallon 601 de Inteligencia y estas sindicado como el entregador de 105 obreros desaparecidos.

Si hay JUSTICIA tiene que ser amplia, para todos

Oscar Cuervo dijo...

La justicia no tiene peros. La querés o no la querés. Yo por mi parte no tengo ningún deseo de cubrir ningún crimen, que todas las causas avancen. Hay que ver cuáles son las condiciones políticas para que la justicia avance, qué gobierno puede propiciarlo y cuál puede frenarlo. Se trata de eso, no más. Porque para declamar una justicia abstracta, con la tranquilidad de que no hay que ponerse manos a la obra, para esperar que otro lo haga, solo hace falta quedarse al lado del camino, con las excusas que sean necesarias.

Maloperobueno dijo...

Cuervo

Para este gobierno como para cualquier gobierno burgues la Justicia no es mas que tribunal donde se limitan los privilegios de unos y las desgracias de otros.

Menem, Cavallo,De La Rua, Jaime, Rico, etc etc, estan todos libres.

Evidentemente el Estado no es mas que junta de negocios burguesa de ciertos poderes/sectores, los cuales en cierta ocasion, entran en cortocircuito, como en el caso K/Clarin.

Saludos

Oscar Cuervo dijo...

Para declamar una justicia abstracta, con la tranquilidad de que no hay que ponerse manos a la obra, para esperar que otro lo haga, solo hace falta quedarse al lado del camino, con las excusas que sean necesarias.

juan dijo...

La crónica es precisa y detallada.

Creo que a nadie se le escapó al leer los diarios, antes de que comience el cotejo de las muestras en el BNDG, la seguridad o tranquilidad que manifestaban los abogados de los no tan jóvenes Noble H sobre la imposibilidad de que hubiera algún parentesco entre sus defendidos y las familias que dejaron su material genético en el Banco.
Este descaro indisimulado indica algo más;

Con nosotros no se jode !

Sus métodos, desde Alfonsín hasta hoy, son la intimidación y el chantaje.

Cómo seguir la lucha por la verdad ?

En principio, apoyando masivamente a Cristina en octubre. La justicia, como dice Cuervo, no es una entelequia.


saludos,
juan

Ale dijo...

No me gustan las teorías conspirativas pero ahí va una. Objetivamente los dos jóvenes Herrera (o sus mentores) se opusieron durante años a realizarse los análisis genéticos. En un momento preciso deciden hacerlo con toda tranquilidad y sin restricciones. Y da negativo. La participación probada de la Dra. Lonardo no alcanza (faltan cinco años en los que ella no estuvo). Es altamente probable que exista un "informante" dentro del Durand. No encuentro otra respuesta posible.
Fuera de ésto, la justicia para unos casos no excluye la búsqueda de justicia para otros. Creo que plantear esa disyuntiva es mal intencionado. La búsqueda de la justicia es para todos los casos y todas las personas.

Daniel Cholakian dijo...

Ale, lo tuyo no es una teoría conspirativa. Es una de las tantas posibles explicaciones para la certeza que llevó a los responsables del grupo Clarín a decidir presentar "voluntariamente" a Marcela y Felipe (cuando solo 2 semanas antes Cavallo decían que no se iban a presentar)
Pero hay otras preguntas y otras cuestiones. La primera es saber que la información que haya podido circular en nada afecta al resultado. Y esto es lo que, al menos a nosotros, me parece que nos obliga especialmente a mirar hacia adelante, más que quedarnos en ese detalle.
Por otra parte, más allá de que hay una o dos personas (tengo una chequeada la otra no) que aun estando en el BNDG están vinculadas a la Dra. Di Lonardo, no se puede dejar de considerar que ella fundó el banco, por lo tanto los profesionales y técnicos que trabajan allí pueden tener una relación cordial con ella, pues durante años trabajaron juntos. Lo cual permite pensar que es razonable que haya más de una persona que tenga trato con ella.
Ahora bien, si insistimos en pensar en este tema, la pregunta es: ¿Cuál fue la información que salió del BNDG que permitió la seguridad de que Marcela y Felipe no darían positivo en el cotejo con las familias registradas en el banco?. Te aseguro que hay varias respuestas posibles, con lo cual las tramas a seguir son muchas, y seguirlas sería derivar el análisis de la cuestión hacia lugares que no me parece que le sirvan a la búsqueda de los jóvenes de cuyo origen e identidad aun se desconoce, incluidos Marcela y Felipe.

Ale dijo...

Daniel, estoy de acuerdo con vos en que no cambia el resultado (que por el momento es negativo) y que cualquier análisis no sirve para el objetivo que es la recuperación de la identidad de esos y otros jóvenes. Pero me produce cierto malestar la "filtración" de información, cualquiera sea ésta, de una institución pública a particulares interesados en medio de un proceso judicial.