todos estamos igual

martes, 31 de agosto de 2010

Drácula: amor y deseo

Película de amor nº 1
Sábado 19:30 en La Tribu




por Julieta Eme

Drácula, la película de Francis Ford Coppola, de 1992, abre el ciclo de 10 películas de amor. Uno de los afiches de la película decía: “Love never dies” (El amor nunca muere). Pero qué es el amor. Juro que no tengo idea. Algo que creí siempre es que el amor no existe. O que, si existe, es deseo. Y qué es el deseo. Acerca del deseo, sí tengo una idea: el deseo es movimiento. El deseo es la causa final aristotélica. Es aquello que tracciona todo desde adelante. Es una fuerza atractiva que opera desde el final (y no desde el principio).

Drácula atraviesa océanos de tiempo para reencontrarse con Mina. El amor de Drácula es el más grande que jamás haya existido. Es un amor que traspasa los siglos y la muerte. Él sólo vive para volver a verla. La historia de Drácula y Mina es una historia de amor y de deseo. Jamás nadie deseó como desea Drácula. Su voluntad, su deseo y su fuerza no tienen comparación. Entre todas las bestias, es la más fuerte. Entre todos los hombres, es el más hermoso. Y Mina es la única afortunada de toda esta historia. ¿Quién no esperaría años por un amor así? ¿Quién no se muere de deseo por ser deseada/o de esa forma?

Toda la película es un exceso de romanticismo y erotismo. Pero hay una escena en la que ese romanticismo y erotismo están abrumadoramente concentrados: la escena de la conversión de Mina. Drácula llega hasta la cama de ella. Sin atreverse a mirarla, le confiesa que él es el monstruo que su marido y el Profesor Van Helsing están buscando. Ella se da cuenta entonces de que él es quien mató a su amiga Lucy. Llora e intenta golpearlo, pero enseguida desiste: “Que Dios me perdone, pero te amo”. Drácula comienza la conversión de Mina, pero desiste también: “Te amo demasiado para condenarte”. Y es en ese momento cuando el deseo y la voluntad de Mina toman por sorpresa al vampiro. Y es el momento en el que la escena, además de erótica y romántica, se vuelve también un poco pornográfica. Él se abrió una herida en el pecho para que Mina bebiera la sangre. Ella acerca la boca muy despacio y muy decidida, siempre mirándolo. Él la mira a su vez y sabe que ya no puede, ni quiere, detenerla. Mina apoya la boca sobre la herida y, al contacto con la sangre, su deseo se vuelve tan urgente y tan inmenso que Drácula apenas puede resistirlo. Mientras intenta soportar la fuerza inesperada del deseo de Mina, y un rato antes del abrazo final, Drácula experimenta un placer igualmente inesperado, que sólo Mina podía darle.

Juro que esta escena me parece tan intensa que a duras penas puedo tolerarla. Pero lo que me resulta casi intolerable no son las imágenes (aunque sí un poco el diálogo) sino lo que la escena me hace desear: un amor que venza cualquier distancia y cualquier período de tiempo. Un amor (un deseo, en verdad) que sea infinito, cuya fuerza atractiva no cese nunca. Pero sé que eso, tal vez, es lo más difícil de conseguir. Y sé que eso, tal vez, es todo lo que quiero.

El sábado lleven pañuelos con perfume a La Tribu y corran las sillas que estén alrededor mío. Es posible que me desmaye de amor cuando la película termine y Oscar prenda las luces.

Sábado 19:30 en Lambaré 873.

lunes, 30 de agosto de 2010

Igual al cielo

Se viene el especial Te Cure en La otra. Fomingo 3 - 9 - 2017 - Radio Gráfica


Mostrame cómo hacés ese truco,
el que me hace gritar, ella dijo
el que me hace reir, ella dijo
y puso sus brazos alrededor de mi cuello.
Mostrame cómo lo hacés,
y te prometo
te prometo que
escaparé contigo
escapare contigo.

Dando vueltas en ese vertiginoso precipicio
besé su cara y besé su nariz
y soñé de todas las formas diferentes que pude
para hacerla brillar.

Por qué estás tan lejos?
ella dijo
Por qué jamas sabrás que estoy enamorado de vos?
que estoy enamorado de vos?

Vos, suave y única
vos, perdida y sola
vos, rara como los ángeles
bailando en los oceanos más profundos
chapoteando en el agua
sos como un sueño.

La luz del día me dio una forma
debo haber estado durmiendo días enteros
y moviendo mis labios para suspirar su nombre
abrí mis ojos.

Y me encontré a mí mismo solo
solo
solo sobre el mar creciente
que me robó a la única chica que amé
y la ahogó adentro mío.

Vos, suave y única
vos, perdida y sola
vos
igual al cielo.

domingo, 29 de agosto de 2010

Crispaspados





por oac

El amasijo corporativo formado por los pulpos mediáticos y sus voceros parlamentarios se comió el amague. El martes tenían todo preparado para salir a responder a la "embestida oficial" consistente en la intervención de Papel Prensa y la posterior detención de Magnetto y Mitre. Eso desataría el escándalo intenracional ante la "chavización" del modelo K. Tanto creían en esa hipótesis, que dos de los más obedientes difusores del punto de vista del Grupo habían grabado para su programa PALABRAS MÁS, PALABRAS MENOS sendas entrevistas a Lanata y Fontevecchia, dos empresarios periodísticos que se autoproclaman "periodistas independientes", bajo el supuesto de que cuando se emitieran las entrevistas Papel Prensa estaría intervenida. Lanata y Fontevecchia terminaron comentando una noticia que nunca existió. En el más irrisorio medio de comunicación lo lógico sería replantear una producción periodística que se ha vuelto caduca ante la evolución de los hechos. No así para el nudo corporativo, que no repara en agravios a la inteligencia de sus consumidores. A esta altura, el estado de operación permanente de la corporación es tan evidente que se puede suponer que es mínima la cantidad de consumidores que son "engañados" por su repiqueteo; más bien parece que los que les creen es porque eligen la mentira por gusto, conformismo o simplemente conveniencia.

Como la "embestida oficial" no fue lo que ellos esperaban, sino el envío al congreso de un proyecto para regular la provisión del insumo del papel a los medios gráficos y el envío a la justicia de un informe para que investigue las irregularidades cometidas en el traspaso de la empresa Papel Prensa durante la dictadura, inmediatamente los escribas de la corporación borronearon la "teoría del fiasco", de la cual es un excelente ejemplo la columna de hoy de Nelson Castro en Perfil: según el doctor Nelson, la "embestida" no se produjo porque a último momento la Presidenta desestimó dar el paso al que la empujaban Guillermo Moreno y Héctor Timerman. Parece que, según la versión corporativa, la presidenta revisó la propuesta de los dos monjes negros del régimen y el lunes a la noche decidió a los apurones ir marcha atrás. El nudo corporativo esperaba la intervención, como esta no se produjo no es que ellos se comieran el amague, sino que el gobierno reculó. Si intervenían Papel Prensa se venía la chavización y se instauraba el terrorismo de estado, como vaticinó por enésima vez Elisa Carrió; como nada de esto sucedió, se empezó a hablar del fiasco del oficialismo. Así lo dice Nelson:

“Eso pasa por haberle creído primero a Moreno y después a Timerman”, confesaba en estricto off una voz del Gobierno con tono de resignación y gesto de fatiga. “Por favor, que termine pronto esta semana. La Presidenta quedó al borde del ridículo”, expresaba otra voz igualmente consustanciada con el oficialismo. Es que la jugada política montada en derredor del informe sobre Papel Prensa, ostentosamente titulado “La verdad”, capotó el mismo día en que vio la luz pública. En efecto, el contenido de lo expresado por la Dra. Cristina Fernández de Kirchner durante su larga y tediosa exposición por la Cadena Nacional de Radio y Televisión el martes pasado, estuvo lejos de satisfacer la expectativa que desde las cercanías de Moreno, Timerman y compañía habían hecho trascender. En esos trascendidos se hablaba lisa y llanamente de una evidencia documental de tal contundencia que llevaría a la intervención y posterior expropiación de Papel Prensa y a las casi inmediatas detenciones del CEO de Clarín, Héctor Magnetto, y del director de La Nación, Bartolomé Mitre. Finalmente, nada eso ocurrió.

Los voceros están crispaspados; bastaba ver las caras desencajadas de Van Der Koy y Blank el jueves a la noche: se los notaba demacrados, tensos, inseguros en la conducción de su programa CODIGO POLITICO de TN, tratando de ensayar un tono sarcástico que no les salía. Debe ser una tarea insalubre tener que defender intereses amasados con sangre, por más alto que sea su sueldo. Es curioso que el nudo corporativo y sus voceros parlamentarios intenten insuflar zozobra y crispación en medio de un clima político y social relativamente sereno: es que están muy nerviosos.

Sólo un estado de alta ansiedad explica que sigan subiendo el tono de las declaraciones y que a la vez obtengan como respuesta de sus cosumidores efectos nimios, acostumbrados durante los dos últimos años a consumir dosis de veneno cada vez mayores sin reacciones visibles. La "multitudinaria marcha" de los clientes de Fibertel del lunes pasado (unas doscientas personas) marcan el límite de la eficacia del tratamiento orange clockwork. Algunas evidencias de la alta ansiedad:

- Van Der Koy compara en Clarín a Cristina con Massera:

Los Kirchner y un tiempo político que sólo encierra malos presagios (25/08/10)
Escuchar, por ejemplo, a Cristina hacer hincapié sobre la importancia de diferenciar el Gobierno del Estado (“l
as acciones estatales de Papel Prensa son de todos” , aleccionó), o de resguardar para la democracia la división de los poderes, encerraría casi la misma necedad que demostró el almirante Emilio Eduardo Massera, en su tiempo, cuando reclamó a sus pares de la Junta Militar la publicación de alguna lista de desaparecidos.
De esos mismos ciudadanos que había ordenado o consentido secuestrar y matar. (Nota completa acá).

- Hoy en Perfil Eliseo Verón analiza "semiológicamente" el discurso del martes de la presidenta. El buen manejo de tonos, pausas y argumentos de Cristina llevan al semiólogo a concluir que hay que prepararse "para tiempos oscuros". En un alarde retórico digno de Goebbels, Eliseo Verón concluye cinco párrafos de su nota con la misma frase: "La voluntad de manipulación de la opinión pública no tendrá límites". Parece que el sofisticado semiólogo confía en que el recurso efectista de repetir cinco veces la misma frase terminará por convencer al lector de Perfil de que acate la orden que Verón imparte: a prepararse para tiempos oscuros. La manipulación a la que alude no es la que él o su empleador Fontevecchia practican dos veces por semana: la manipulación para la que hay que prepararnos no es la de los medios afectados por las medidas desmonopolizadoras: la manipulación que se cierne sobre nostros es la de los K: "Los Kirchner son nuestro Lost nacional: están perdidos, pero cada nuevo episodio será más sensacional que el precedente". Esto promete que las columnas de Verón serán en las próximas semanas más melodramáticas.

- El mismo Nelson Castro en Perfil atribuye los conflictos que está atravesando el país a "problemas psicológicos del matrimonio presidencial": "A esta altura del relato –para utilizar un término del que tanto gusta la Presidenta– surge, una vez más, el problema psicológico político complejo que representa el matrimonio Kirchner. Ello queda evidenciado a través de una conducta por la que, tanto para Néstor Kirchner como para su esposa, la realidad no es la que es sino la que ellos quieren creer que es". A Nelson no se le ocurre aplicar el mismo criterio epistemológico para su deslucida columna semanal de Perfil: para Nelson la realidad no es la que es, sino la que él cree que es.

- Carrió, parte de este mismo dispositivo del "Pandemonium K," no puede redoblar la apuesta porque hace años que abusa de la hipérbole: advirtió que el Gobierno “va por la detención” de los dueños de Clarín y La Nación, consideró que “este grupo (Clarín y La Nación) es el último baluarte” para defender la libertad de expresión y alertó sobre los riesgos de caer “en la dictadura”.

- Las cosas no mejoran por el lado del joven prodigio del llamado peronismo disidente. Hoy en Perfil:

REPORTAJE A FELIPE SOLÁ
“Esto es estalinista”

El diputado, uno de los referentes del Peronismo Federal, critica al Gobierno por hacer un uso espurio de los derechos humanos para atacar a Clarín en los casos Papel Prensa y Fibertel. Afirma que los Kirchner no tienen política de seguridad. Asegura que va a ser presidente, después de ganar las internas del peronismo.
(Ampliar acá).

Bueno, quizá haya que leer cada uno de los dichos de Solá sobre los resultados de las próximas elecciones con el mismo tono que él aplica al calificar al actual gobierno de estalinista.

- Esto es stalinista -le dice Felipe a Magdalena Ruiz Guiñazú-. Usar los lugares recónditos de la burocracia para seguir castigando muy fuerte a alguien.

—También es chavista- Guiñazú no inquiere, sino que le tira letra al obediente Felipe.

Sí… Chávez es un Stalin acalorado. Pero Chávez no tiene la dimensión de estadista que tenía aquel viejo asesino Stalin; sí: un asesino. Pero un estadista, también.

Semejante grado de crispaspación corporativa debería provocar grandes conmociones sociales. ¿Por qué será que la calle luce todavía tan tranquila?

After hours



Si cerrás la puerta, la noche podría durar para siempre
dejá afuera el sol y decile hola a la nada
todos están bailando y están tan divertidos
ojalá pudiera pasarme a mí
pero si cerrás la puerta, la noche podría durar para siempre.

Si cerrás la puerta, la noche podría durar para siempre
dejá el vaso de vino y brindá por la nada
oh, sé que algún día alguien me mirará a los ojos
y me dirá "hola! sos especial para mí!"
:)
pero si cerrás la puerta, la noche podría durar para siempre
:(

Oscuros salones de fiesta
y Cadillacs brillantes
y la gente en subtes y trenes
se ven grises bajo la lluvia
mientras van amontonados
oh, pero en lo oscuro la gente se ve bien.

Si cerrás la puerta, la noche podría durar para siempre
dejá afuera el sol y decile hola a la nada
todos están bailando y están tan divertidos
ojalá pudiera pasarme a mí
porque si cerrás la puerta,
yo no tendría que ver el día nunca más
yo no tendría que ver el día nunca más
otra vez:
yo no tendría que ver el día nunca más.


El tema After Hours cierra el tercer LP de la Velvet, titulado simplemente The Velvet Underground. Está cantado por la debutante Maureen Tucker. Lou Reed, su autor, dijo una vez que la canción tenía una letra tan inocente que no se sentía capaz de cantarla.

Hoy a la medianoche en La Tribu, Antojo Lou Reed. On line. 88.7

sábado, 28 de agosto de 2010

Visuales VI

El puente de Charing Cross (Claude Monet, 1899)



por Liliana Piñeiro

La bruma cae sobre el Támesis y suaviza la consistencia de las cosas. Es la hora donde los ojos naufragan y todo es fugaz, como una luz en el agua. Para nuestra felicidad, el puente va de una realidad a otra, siguiendo el camino de la bella disolución.

Una ciudad se desvanece a las puertas del sueño.

viernes, 27 de agosto de 2010

El ciclo infinito

Antojo Lou Reed Domingo Mediandoche Laotraradio Online




El vicio del padre pasa al hijo
dejándolo preocupado y perplejo
lo único que logra con la droga en sus venas
es escupir contra la cara que lo mira en el espejo
¿cómo va a distinguir un acto bueno de uno malo
si ni siquiera se acuerda de su nombre?
¿cómo va a hacer lo que hace falta hacer
si es un seguidor y no un líder?

La enfermedad de la madre pasa a la hija
dejándola inmadura e indefensa
el licor corre por su cerebro con la fuerza de un disparo
haciéndola moverse en círculos
¿cómo va a distinguir un acto bueno de uno malo
si está tirada de espaldas en su cuarto?
¿cómo va a hacer lo que hace falta hacer
si es una cobarde y una inútil?

El hombre, si se casa, golpeará a su hijo
y tendrá un sinfín de excusas
la mujer, amargada, hará algo parecido
pensando que está bien y que es lo apropiado
mejor que lo que les hicieron sus madres y su padres
mejor que la niñez que ellos sufrieron
la verdad es que son más felices cuando sufren
de hecho, por eso se casaron.

Lou Reed, New York, 1989

jueves, 26 de agosto de 2010

10 películas de amor 2010

Septiembre - octubre - noviembre











Coppola - Bertolucci - Garrel - Wong Kar-wai - Chabrol - Jordá - Pialat - Cassavetes - Tsai Ming-liang - Lynch

+ una yapa

Desde el sábado 4 de septiembre a las 19:30 en Auditorio La Tribu, Lambaré 873

I'd burn up into a million pieces and fly into the sun to end this mystery

para acabar con este misterio



I would not run from the holocaust
I would not run from the bomb
I'd welcome the chance to meet my maker
and fly into the sun
fly into the sun
fly into the sun
I'd break up into million pieces
and fly into the sun.

I would not run from the blazing light
I would not run from its rain
I'd see it as an end to misery
as an end to worldly pain
an end to worldly pain
an end to worldly pain
I'd shine by the light of the unknown moment
to end this worldly pain.

And fly into the sun
fly into the sun
I'd shine by the light
of the unknown moment
and fly into the sun.

The earth is weeping, the sky is shaking
the stars split to their core
and every proton and unnamed neutron
is fusing in my bones
and an unnamed mammal is darkly rising
as man burns from his tomb
and I look at this as a blissful moment
to fly into the sun.

Fly into the sun
fly into the sun
I'd burn up into a million pieces
and fly into the sun.

To end this mystery
answer my mystery
I'd look at this as a wondrous moment
to end this mystery
fly into the sun
fly into the sun
I'd break up into a million pieces
and fly into the sun.

Lou Reed

miércoles, 25 de agosto de 2010

El desarrollo de la civilización venidera



por Martha Silva

Obra de Daniel Veronese, versión de Casa de Muñecas, de Henrik Ibsen.

Esta versión fue estrenada en la Argentina en el año 2009 conjuntamente con Todos los grandes gobiernos han evitado el teatro íntimo, versión de Hedda Gabler del mismo autor noruego, y continúa en cartel después de una exitosa gira por el exterior.

Escrita en 1879, Casa de Muñecas despertó polémicas desde su publicación por la crítica que hace a la institución matrimonial burguesa. Nora, la protagonista, toma conciencia en un punto de la trama del maltrato permanente que recibe de Jorge, su marido, y decide hacer abandono del hogar y, con él, de sus dos hijos. Fue considerado en su momento el primer drama feminista.

Hubo una muy digna versión cinematográfica argentina (1943) filmada por Ernesto Arancibia, con Delia Garcés y Georges Rigaud, que causó bastante revuelo. En 1973 fue filmada en Gran Bretaña por Joseph Losey (Chantaje contra una esposa) y en el mismo año se realizó con el nombre de A dolls’ House otra versión en Francia.

Siempre conmovió cimientos. Como narra el abandono de sus hijos por una madre de clase media aún genera polémicas porque, para llegar a una decisión tan extrema, Nora debe soportar que se tense al máximo la cuerda que sostiene la relación matrimonial humillante, en medio de un entorno hipócrita.

Veronese ha tenido el tino de conservar esa estructura dramática, ya de por sí potente, pero, para hacer justificable la drástica decisión de Nora decidió exacerbar las características personales que Jorge tenía en la versión original: hacerlo más cruel y desconsiderado, y acentuar también la intriga policial.

Esta versión del dramaturgo argentino fue llevada por diversos países en una gira, cosechó premios y permanece en la actualidad en cartel. Se estructura sobre los cimientos de un sujeto individualista –Nora- que puede vencer su quietismo para desafiar a la sociedad, buscando una verdad, y en el acto de decidir su situación produce un cambio social.

EL CAMARIN DE LAS MUSAS

martes, 24 de agosto de 2010

Supermartes, SuperCris


por oac

Van a pasar muchos años antes de que volvamos a tener un/una presidente de esta calidad, de esta valentía y de esta audacia política.

Viendo en conjunto a toda la oposición, su alcahuetería infinita con las corporaciones, su cobardía y su falta de ideas, sólo se puede desear tener a Cristina para rato, porque el resto es de terror.

Vamos con Cristina 2011. O nos vamos a la mierda.

Demente, última visión del mal

(por ahora)


por oac

Raising Cain es el título original de la película que Brian De Palma hizo en 1992 y que aquí se estreno como Demente. Demente es un título cualquiera, podría haber sido Acosada, Pandemonium, Culpables, o Desbarajuste, qué más da. La traducción del título original sería algo asó como "Criando a Caín". Y la película trata sobre... ¿la psiquiatría? ¿la educación? ¿las familias disfuncionales? ¿el sexo enfermo? ¿el pecado, la culpa y el castigo? ...¿sobre qué demonios trata? Brian De Palma es el más lunático de todos los cineastas salidos de la factoría. Se dice que es un discípulo de Hitchcock o algo así, pero eso es poco decir. De Palma toma algunos motivos hitchcockianos para desquiciarlos. Lo propio suyo es el desquicio. El mundo como un lugar desquiciado, el arado salido del surco, el delirio, la realidad desbocada, un cierto state of emergency que es el pan de cada día, la pesadilla hecha realidad. Una anomalía tan grande como la totalidad del ente ;-).

No hay caso, el universo es ingobernable, no hay ninguna garantía de que el paquete que guardamos en un cajón hace dos minutos esté todavía ahí. Me pasa en las pesadillas: hay algo que quiero esconder de la vista de alguien, porque si lo llega a encontrar se pudre todo. Tomo mis recaudos. Pongo la cosa a buen resguardo. Todo está en su lugar, lo vuelvo a revisar, lo confirmo. Pero hay una grieta por la que se cuela un chiflete y los objetos se retoban, la continuidad espacio-temporal se quiebra en cuanto el yo se fisura un poquitito y por ende el curso de los sucesos se dispara hacia lugares inconvenientes. Appliances have gone berserk, la gente se vuelve loca, pero loca peligrosa. Se pudre todo.

Como se trata de la última película del ciclo, quise que tuviera algo de fiesta, y así es, una fiesta del cine, una mascarada, fiesta saturnal, delirio báquico, aquelarre, cinta espiralada, sinuosa, deforme, pesadilla de la que no podemos despertar. Demente, última visión del mal (por ahora): divertidísima.

Este sábado a las 19:30 en Lambaré 873. Y a partir de septiemmbre, 10 películas de amorrr...

lunes, 23 de agosto de 2010

Heideggerianismo barrial y existencialismo pop

Tell me why I don't like mondays


por oac

Ayer domingo atardecí (yo no amanezco) con la noticia de la muerte de Mario Heler, viejo amigo y compañero. Esto se sumó a que venía pensando qué hacer con los muertos de este finde (Fogwill, el negro Guerrero) en la radio. Sumados a otros muertos de semanas anteriores y a todos tus muertos. Me di cuenta de que en el blog viene apareciendo seguido el tema. Por ejemplo, yo el viernes 30 de julio a las 6:42 de la mañana estaba felicísimo de la vida y qué se me ocurrió postear? Una canción de Silvio Rodríguez que dice:

Al final de este viaje en la vida quedarán
nuestros cuerpos hinchados de ir
a la muerte, al odio, al borde del mar.
Al final de este viaje en la vida quedará
nuestro rastro invitando a vivir,
por lo menos por eso es que estoy aquí.


Maravillosa canción plena de imágenes jubilosas sobre la vida vista desde la perspectiva del final. ¿Por qué se me ocurrió pensar en la muerte si yo estaba tan feliz, eh? Otro enigma para Ceferino Riciarelli. A mí que la vida me gusta también me asusta. Y con la muerte mi táctica consiste en ir haciéndome amigo (de hecho la tengo entre mis 676 amigos de feisbuc). Hace poco veíamos en La Tribu esa película de Truffaut, La habitación verde, en la que el protagonista dice que llega una altura de la vida en la que uno conoce a más cantidad de muertos que de vivos. Pero esto tiene una solución: por cada amigo muerto, cinco amigos nuevos, de modo que nunca llegará ese día que espera Truffaut. Y para eso no hay como feisbuc.

Pero lo que pensaba el domingo al anochecer, mientras preparaba el programa de radio, es que el problema con la vida humana es que siempre queda trunca. Por ejemplo, si yo me muero mañana, hay un par de asuntos pendientes, una conversación y alguna que otra cosita que me quedó en el tintero. Y la verdad es que tengo intriga por resolver estas cositas, así que no quisiera que queden pendientes. Sin embargo, después pensé: ¿acaso sería mejor morirme cuando ya haya evacuado estas migajas? ¿ya no tener nada pendiente? Hmmmm...

Claro que vendrá sin preguntar, no creo que me den a elegir, pero ya que estamos en tren de existencialismo pop, popiemos. Willy me dice que es mejor que la dama de la guadaña te encuentre con las cosas inconclusas, que no te agarre hecho sino aún por hacer. Y Ricagno me recuerda algo que dijo Pasolini: que la vida viva de una persona es ilegible y que sólo al morir se hace legible. Cuando se clausuran los procesos y se truncan los proyectos, entonces ya se le puede poner un nombre al tipo, ya se puede decir: "este hombre hizo este par de cosas y pensaba hacer esto otro, pero eso quedó pico truncado y listo el pollo". Claro, yo prefiero seguir siendo ilegible porque, al hacerte legible lo peor de todo es que vienen otros a leerte y sólo van a leer boludeces.

Entonces ahora no sé ya si quiero que la muerte me encuentre antes del despertar o que me halle insomne. Aclaremos: quiero resolver ese par de asuntos pendientes, no deseo morir todavía, tengo que llegar a responderme ciertas dudas que me han asaltado semanas atrás. Y una vez resueltas, supongo que me dispondré a que me asalten nuevas dudas, para que sea como dice Willy, que me sorprenda con otros asuntos pendientes. Mientras tanto, seguir haciendo nuevos amigos en feisbuc, que me quitarán el sueño, el poco sueño que tengo.

Creo firmemente que es así.

Bah, no sé.

domingo, 22 de agosto de 2010

Hicieron la primera reseña de mi libro

A los muchachos de Teología Crítica ¡les en-can-tó!


por oac

Me enorgullecería de que el autor de esta reseña estuviera presente el miércoles 8 de septiembre cuando hagamos la presentación del libro en la Biblioteca Kierkegaard, en Carlos Calvo 257. Aquí les reproduzco textualmente lo que dijo el señor Ceferino Riciarelli sobre mi libro, creo que es una reseña tan buena que no puede sacársele ni una sola coma:



A propósito de Una introducción a Kierkegaard, Oscar Alberto Cuervo. Buenos Aires Quadrata, 2010. 126 p. 1

Este ensayo introductorio propone muy pocas ideas: la lectura de Kierkegaard como metáfora del “escuchar”, cierta cristología que subyacería en su obra (y que Cuervo eventualmente reconstruye) y, por último, una supuesta teoría del poder del pensador danés. En términos generales, el autor propone una lectura subjetivista (un verdadero existencialismo callejero) y anti-académica del pensamiento de Kierkegaard. El texto ha sido publicado en la colección “Pensamiento locales”, dirigida por Adrián Gangi y Ariel Pennisi. Es interesante destacar que las dos páginas del prólogo en que se presentan los objetivos de la colección (3-4) contienen más ideas que la suma de las ciento veinte páginas de Cuervo. “La filosofía es, para nosotros, una posición de un singular, y por lo tanto, requiere ritmos, figuras y estilos también singulares” declaran en forma programática Gangi y Pennisi. La inspiración (deleuziana) de esta y otras expresiones es indudable. Hay mucha poesía en estas páginas, pero poca filosofía. La celebración de las “singularidades”, los “puntos de estabilidad”, las “voces entremezcladas”, los “pensamientos anunciadores”, la “emoción”, el “entusiasmo”, “la palabra de pueblos por venir”, “apertura de sentido”, “resistencia”, etc. constituye un acto de poesía muy valorable pero también representa un pasaporte seguro al cambalache posmoderno. La fuerza del concepto se debilita hasta desaparecer. Así ocurre, precisamente, con la interpretación de Cuervo sobre la metáfora del “escuchar la voz” 2 de Kierkegaard, ya que, como Hegel lo expresara en las primeras páginas de la Enciclopedia, no basta con las representaciones inmediatas sino que es preciso elevarse al concepto. Toda divulgación filosófica, si no quiere ser un síntoma de la ideología de su época, debe buscar el rigor del pensamiento conceptual. Esta, desde luego, no es la tarea de los artistas sino de los filósofos genuinos. Hoy nos encontramos en las antípodas de la República de Platón: en nuestra época se excluye al filósofo porque se pretende que sea un esteta o bien un sofista que deslumbre con la sensorialidad exigida, de lo contrario se lo excluye tanto de la academia como de las actividades de divulgación. En poco tiempo, así como hoy se celebra lo “im-político” 3, también se festejará lo “in-filosófico”. El problema con el manifiesto programático de Gangi y Pennisi es que acaba consagrando lo “anti-filosófico” y lo “sub-filosófico” sin siquiera, por otra parte, fortalecer un tipo de discurso religioso o teológico que, al menos, tenga la suficiente fuerza como para negar al pensamiento conceptual. El problema con la mística heideggeriana y barrial del Cuervo es, precisamente, que no está a la altura del pensamiento filosófico ni del pensamiento teológico ni de la mística. El programa de las singularidades de Gangi y Pennisi está empedrado de buenas intenciones que conducen a la singularidad de Oscar Cuervo. That is the problem. Cuando falta concentración en el punto filosófico de inflexión, la doxa posmoderna se cuela, dueña absoluta de los presuntos pensamientos aurorales.



Habiendo ya señalado las ideas que Cuervo pone en juego en esta introducción, sería apropiado dar por terminada nuestra reseña pero, ya que el espacio lo permite, conviene hacer algunas observaciones adicionales. Debemos advertir que todos los capítulos de este libro ya habían sido escritos por Cuervo en forma de artículos y se encuentran on line. 4 El autor no ha mejorado estos textos previos. Cuervo ha zurcido, aquí y allá, los fragmentos disponibles, para crear un traje verosímilmente nuevo.

Digamos que el anti-academicismo de Cuervo se basa en varios motivos concurrentes: la apelación a una singularidad despojada de cultura, el ejercicio de cierto arrebato “místico-existencial” y la denuncia del “saber académico” como una voluntad de imposición de “etiquetas” (25). Respecto al primer motivo, es evidente que Cuervo ha evitado la lectura de las grandes obras de la cultura occidental 5, así como la vasta bibliografía secundaria sobre Kierkegaard. Nuestro autor se encuentra en la intemperie teórica. Lo notable es que esta subjetividad despojada de cultura no es ideológica ni filosóficamente (obviamente, nunca podría serlo) neutral. La toma de partido de Cuervo es una mezcla de existencialismo pop con, lo que hemos denominado, heideggerianismo barrial. Cuervo rechaza la etiqueta de “existencialista” para Kierkegaard pero sus invocaciones a la “singularidad” y un marcado situacionismo lo incluyen al propio Cuervo en una existencialismo tout court. Incluso podemos tomar el discurso de Cuervo como un verdadero existencialismo residual de los 30 6 que trata de actualizarse en los albores del siglo XXI. Una verdadera curiosidad para la sociología de la cultura. Esa mezcla de existencialismo y filosofía posmoderna se advierte en la insistencia en la palabra “singularidad”, como si Cuervo quisiera darle al individualismo radical de Kierkegaard un barniz deleuziano, pero sin demostrar ninguna lectura profunda del pensador francés. Por otro lado, el heideggerianismo barrial de Cuervo es algo sorprendente; uno estaría dispuesto a arriesgar que nada hay en la textualidad de Heidegger que haya emigrado a las ideas de Cuervo excepto algo muy sutil: la pretensión de superar la metafísica y ostentar un saber esotérico que trasciende el pensamiento conceptual y la theorein 7. Lo curioso es que, a diferencia de otras construcciones barrocas de la filosofía de la diferencia, como el estilo del propio Gangi o Pennisi, el discurso franciscano de Cuervo se mantiene alejado de la jerga de la diferencia, ya sea de la efusión monista-vitalista de Deleuze, ya sea de la sintaxis sinuosa del mago de Messkirch. Mientras que el dialecto postestructuralista o neonietzscheano de la diferencia se auto-constituye en cierto misterio, Cuervo está en un estadio previo: su visibilidad y austeridad no le permiten crear una retórica esotérica. Su pedantería es diáfana y su pretensión de cuestionar los cimientos de Occidente con sus humildes metáforas permite observar los mecanismo más simples del discurso posmoderno. Así, por ejemplo, cuando ante un problema Cuervo no tiene una buena hipótesis de resolución, entonces adopta la estrategia del típico “problematizador” posmoderno, a la vez que elude la cuestión con el estribillo de “ la-vedad-de-cada-cual” 8.

La teología inexistente de Oscar Cuervo
Hay que admitir que nuestro autor tiene un récord difícilmente superado en la historia de los estudios kierkegaardianos: en el capítulo “¿Quién es el Jesucristo de Kierkegaard?”(71-96) 9, en donde se propone dilucidar esa pregunta fundamental, no utiliza ninguna obra de teología. Cuervo no cita un solo tratado de cristología para intentar responder la pregunta. Con el viejo truco de “problematizar”, Cuervo nos advierte que es necesario comprender la centralidad de Cristo “aunque más no sea como enigma irresuelto, o como una X en una ecuación a despejar” (73), por eso nuestro autor explora la figura del “Desconocido” para luego detenerse en los tópicos kierkegaardianos de la “contemporaneidad de Cristo” y en su carácter contradictorio del Dios-Hombre. La indagación sobre quién es el Jesucristo de Kierkegaard no arriba a un puerto y, al misterio de este vacío, Cuervo lo rellena con algún que otro arrebato místico-existencialista: “Pero hay otra posibilidad: cuando la verdad te mira a los ojos. En ese instante se revela quién eres. No está escrito en ninguna parte, estás solo para decidirlo. Kierkegaard escribe: solo ante Dios” ” (91).

Habrá que decir que la cuestión de la cristología en Kierkegaard presenta una vaciedad que, en efecto, se acerca mucho a la vacuidad del propio Cuervo. En obras tales como La Enfermedad Mortal, La ejercitación del cristianismo, Migajas Filosóficas, etc. a partir de la cuales es posible intentar reconstruir cierta idea de Jesucristo, no aparecen rasgos individuales y/o históricos de Jesús. El anti-historicismo furioso y programático de Kierkegaard podría explicar la ausencia de rasgos sociales y humanos del Jesús histórico, pero lo curioso es que el pensador danés no le otorga a Jesucristo ni rasgos idiosincrásicos ni una personalidad. De esta manera, la cristología de Kierkegaard bordea el monofisismo y se acercaría a la interpretación neohegeliana de izquierda de un Cristo compuesto de la idea de género humano sin la individualidad de la personalidad10. En cualquier caso, estamos ante un apasionante tema cristológico que todavía sigue abierto y sobre el cual la teología debe dar cuenta, pero en Cuervo -decíamos- no sólo no hay rastro de un solo tratado de cristología sino que no hay rastro de pensamiento teológico.

La impolítica de Cuervo
Al parecer Cuervo manifiesta una antipatía por el marxismo que coincide con su derechismo místico-heideggeriano como anillo al dedo. En su lectura vocal de Kierkegaard, nuestro autor rechaza la crítica de Lukács al filósofo danés en El asalto a la razón con un argumento relativista: según Cuervo no está claro qué es progresista y qué reaccionario en política, por lo tanto Kierkegaard no puede ser “juzgado” como conservador 11. A esta defensa posmoderna podemos replicar con lo siguiente: si bien es cierto que la crítica de Lukács es reduccionista desde el punto de vista filosófico-metafísico, hay que reconocer su justeza desde el punto de vista político. Cuervo resume la posición lukacsiana. “Subjetivismo extremo, solipsismo negación del carácter racional de la historia y negación de la historia misma, borramiento de los lazos comunitarios: son las notas características del irracionalismo que Lukács atribuye a Kierkegaard” (108); pero justamente Cuervo no advierte que estas notas son rasgos ineludibles del proyecto kierkegaardiano, especialmente de su dirección política. Por otra parte, es evidente que Cuervo evita una seria confrontación con el marxismo filosófico, ya que omite olímpicamente cualquier mención del ensayo de Adorno 12. De nuevo podemos apreciar la intemperie teórica de Cuervo, semejante al estado prístino de Adán y Eva en el paraíso terrenal.

Luego de preguntarse más de una vez “¿Qué es la política?”(98, 99), parecería que Cuervo nos va a explicar la supuesta revolución kierkegaardiana en este terreno. Se insinúa que el pensador danés tiene una novedosa teoría del poder que puede ser reconstruida y entonces Cuervo llega a afirmar que en realidad el concepto kierkegaardiano de “comunicación indirecta” significa “comunicación de poder” (109). Con esto, el autor cree poder recuperar un nuevo pensamiento político que se cristalizaría en una dimensión práctica como amor al prójimo en Las obras del amor. Justamente la lectura atenta de esta última obra (o del ensayo de Adorno) hubiera advertido a Cuervo de que, en rigor, Las obras del amor expresa una concepción legalista y abstracta del amor, la cual además constituye la culminación política coherente de la interioridad abstracta de todo el proyecto kierkegaardiano. Pero, sobre todo, es importante destacar que el agape cristiano no se agota en esta versión extrema y legalista que se presenta en Las obras del amor. Una primera reflexión teológica (sobre la concepción paulina o juaniana) indica lo contrario: el amor cristiano, fuertemente vinculado con la gracia divina, no debe transformarse en un imperativo abstracto y universal sin contenido.

Nos parece, por último, que el objetivo de la colección “Pensamiento locales” se ha cumplido. Oscar Cuervo es una singularidad que nos da un ramillete posible de distintas flores de nuestro suelo: cierto derechismo heideggeriano, el culto acrítico a Kierkegaard, el anti-academicismo y el existencialismo del capricho.

Fecha de recepción: 8-06-2010 Fecha de aceptación: 20-06-2010

1 Este libro se presentó el jueves 6 de mayo en la 36º Feria del Libro (2010); para esa ocasión se anticipó una impresión antes de la edición comercial. Unos días antes de la presentación, el 25 de abril, ocurrió el infeliz episodio en que irrumpió una patota kirchnerista para impedir la presentación del libro “Indek: historia íntima de una estafa” de Gustavo Noriega.

2 “La lectura no es invención sino escucha. Y nadie escucha lo que quiere sino lo que puede”. (15); “Salir al encuentro de una multiplicidad de voces en sus diferencias irreductibles. Dejar hablar a cada uno de los pseudónimos, modular nuestro oído con sus diversas entonaciones, etc.” (29; Cfr. también 33; 37; 78, todas las citas que no tienen otra indicación pertenecen a Una introducción a Kierkegaard.

3 Esposito, Roberto: Categorías de lo Impolítico. Buenos Aires: Katz, 2006.

4 Cuervo, Oscar Alberto: “¿Quién es el Jesucristo de Kierkegaard?”, Jornadas Kierkegaard, ISEDET , 27, 28 y 29 de Octubre de 2005; Cuervo, Oscar Alberto: “Kierkegaard y la comunicación indirecta” Jornadas Kierkegaard, ISEDET, 17 y 18 de Noviembre de 2006, etc.

5 Este despojamiento bibliográfico adquiere dimensiones dramáticas. Por ejemplo, cuando se refiere a la polifonía de voces en la estrategia de los heterónimos de Kierkegaard Cuervo parece ignorar, tanto en esta Introducción como en sus artículos, la existencia de la teoría de Mijail Bajtín (Bajtin, Mijail: Problemas de la poética de Dostoievski. México: F.C.E., 1986); o bien, cuando problematiza el estatuto del autor, parece desconocer el famoso texto de Foucault (Foucault, Michel: ¿Qué es un autor? México. Universidad Autónoma de Tlaxcala, 1985).

6 “¿Quién es el hombre, cada hombre? No es precisamente una pregunta filosófica y no puede responderse en general. Es una pregunta que interroga a cada uno y que sólo a uno le atañe.” (96) Cuervo parece adherir al subjetivismo extremo de Climacus y Anticlimacus: “La determinación de la verdad, dice Anticlimacus, es ésta: que ella es PARA TI” (90)

7 “Con frecuencia, la filosofía occidental ha pretendido presentarse como un discurso transparente, claro, distinto y totalizador: es decir, capaz de constituirse como fundamento de todo saber, incluso de sí mismo”. (31)

8 “Y por eso, nuestra pregunta, ¿quién es el Jesucristo de Kierkegaard?, no puede comprenderse cabalmente si cada vez que se formula no nos preguntamos al mismo tiempo quién es Kierkegaard como autor, qué voz habla en cada uno de sus textos seudónimos y qué entonación (Stemming) particular requiere el tema que en cada caso se aborda” (59).

9 Este capítulo es un artículo anterior: Cuervo, Oscar Alberto: “¿Quién es el Jesucristo de Kierkegaard?”, Jornadas Kierkegaard, ISEDET - 27, 28 y 29 de Octubre de 2005.

10 Esta fue la posición de David Strauss, tan atacada por los poshegelianos de derecha como Karl F. Göschel. Ver el excelente artículo de Andrés Jiménez Colodredo: “Mesianismo y política en el debate poshegeliano sobre la personalidad de Dios” en Actas del II Simposio Internacional Helenismo y Cristianismo. Buenos Aires, 2010.

11 “Al decir, por ejemplo, que Kierkegaard ha sido individualista, burgués reaccionario: ¿desde qué posición autoerigida en árbitro de la racionalidad se puede hacer accesible la validez de semejante juicio? ¿Un discurso que se pone del lado del progreso siempre que denuncie a otro como reaccionario y por el sólo hecho de denunciarlo?” (110).

12 Adorno, Theodor: Kierkegaard. Construcción de lo estético. Venezuela: Monte Avila Editores, 1971. Ver el excelente trabajo de Vicente Gómez, El pensamiento estético de Theodor W. Adorno. Valencia: Cátedra, 1998.

sábado, 21 de agosto de 2010

Necesito dormir



I need some sleep
It can't go on like this
I tried counting sheep
But there's one I always miss
Everyone says I'm getting down too low
Everyone says you just gotta let it go
You just gotta let it go
You just gotta let it go

I need some sleep
Time to put the old horse down
I'm in too deep
And the wheels keep spinning 'round
Everyone says I'm getting' down too low
Everyone says you just gotta let it go
You just gotta let it go
You just gotta let it go

You just gotta let it go.

viernes, 20 de agosto de 2010

Visuales III

Perro semihundido
(Francisco de Goya,
Pinturas negras, 1819-23)



por Liliana Piñeiro

De la pendiente surge una pequeña cabeza, el hocico alzado olfateando la ausencia. Pero ese vacío es enorme y vertical. Desprendido del cielo, el ocre avanza sobre el animal como cualquier tristeza.

Hay en la pintura una elocuencia de espacio, de color, de magnitud. Acaso la angustia sea justamente eso: una cuestión de proporciones.

jueves, 19 de agosto de 2010

Formas de vivir para no morir nunca


por Silvia Formente

1- La infancia de Rainer: "Soy mi propio padre"

1945: Nace el 31 de mayo de 1945 en Bad Wörisholen, al Oeste de Munich, Bavaria.
1952: Se divorcian sus padres.

Mientras Alemania se hundía en el caos de la derrota del tercer reich, 31 días después del suicidido de Hitler, decidió nacer Rainer Werner Fassbinder, hijo de Liselotte Eder, traductora, y el doctor Helmuth Fassbinder: no sé nada sobre ese día, si fue un parto normal, si en una actitud típicamente fassbinderiana se apuró a nacer, o demoró lo más que pudo su salida a este mundo, no lo sé.
Es difícil imaginar una infancia agradable en Munich, una ciudad devastada por los bombardeos; la suya fue horrible: una casa llena de parientes refugiados que huyeron de Danzig, un padre médico que hacía abortos clandestinos y una madre que no le dedicaba el tiempo necesario. Rainer, un chico solitario, pasó por escuelas e internados y a los 7 años empezó a ir al cine todos los días. El cine de Hollywood, impuesto por el país vencedor, los westerns, los films de Cagney y Bogart, fueron su verdadera escuela.


El amor es más frío que la muerte

2- Mujeres apasionadas: "El amor es el mejor, el más insidioso y eficaz instrumento de represión social".

1958: Su madre se casa por segunda vez. Su padrastro le prohibe ver a su madre.
1965: Realiza su primer corto, Der Stadstreicher.
1966: Estudia teatro. Segundo corto: Das Kleine Chaos. Intenta ingresar en la escuela de Cine de Berlín. No aprueba le examen.
1967: Se incorpora al Action Theatre.

En el Action Theatre remplaza en Antígona a un actor de un día para otro y no tarda en hacer girar al grupo alrededor de su liderazgo. Siembra pasiones, celos, resentimientos y organiza los destinos de sus amigos, amantes y colaboradores artísticos: Peer Raben, Ursula Straätz, Kut Raab, Harry Bär, Ingrid Caven, Hanna Schygulla, Irm Hermann conforman una corte que lo acompaña en todo momento. Son la caldera de donde saca argumentos, actitudes y gestos y la cisterna donde los sepulta para que vayan a enfriar sus ofensas y regresen a amarlo, como siempre.

3- Recursos humanos: "Cuando no trabajo me encuentro absolutamente perdido"

1968 Funda el Antiteater junto a Peer Raben, quien pronto se convertirá en el compositor de la música de todas sus películas.
1969: realiza su primer largometraje, El amor es más frío que la muerte; y otros tres: Katzelmacher, Dioses de la peste, El por qué de la locura del Sr. R. *
1970: realiza siete films: Rio das Mortes, Das Kaffehaus, Whity, El viaje de Niklashausen, Atención a esa prsotituta tan querida, El soldado americano y Reclutas en Ingolstadt. Se casa con la actriz y cantante Ingrid Caven. En la noche de bodas la echa de la habitación, porque en realidad le interesa pasarla con el actor negro Günther Kaufmann.
1971: "Pausa para pensar": escribe tres obras de teatro. Conoce al director de melodramas Douglas Sirk. Filma El mercader de las cuatro estaciones, conoce en un sauna de París al inmigrante marroquí El Hedi Ben Salem, al que todos llaman Alí, quien será su gran amor. También en 1971 Fassbinder funda la productora Tango Films.
1972: Realiza la miniserie Acht stunden sind kein tag. Filma Las amargas lágrimas de Petra von Kant, Wildwechsel y, para la televisión, Libertad en Bremen.
1973: Filma La angustia corroe el alma, una de sus obras cumbres, protagonizada por su amante El Hedi Ben Salem. Al término de la filmación Fassbinder decide expulsar al marroquí de su departamento y de su círculo, cambia la cerradura y lo deja en la calle. Filma para el cine Martha, y un par de films para la televisión.


El mercader de las cuatro estaciones

En el período de producción más abrumador, sus pasiones tormentosas fueron el motor de sus films más personales. Esta forma de reflejar su vida personal, fuera de la norma pequeño-burguesa, repercutió en el grupo de colaboradores que se sometían a su influjo, se iban y volvían arrepentidos a trabajar bajo sus órdenes. Ese constante flujo y reflujo constituía una estructura que sostenía una capacidad de trabajo casi sobrehumana. Además, supo aprovechar sus recuerdos y experiencias familiares para recontruir la memoria histórica del pueblo alemán que el milagro económico había intentado sepultar en el olvido.

4- Desesperación: "Quise hacer una comedia sobre mí mismo, contemplar mi lado negativo desde cierta distancia"

1974: Hace Fontane Effi Briest y La ley del más fuerte (su gran protagónico como actor).
1975: Realiza El viaje a la felicidad de Mamá Küsters, Sólo quiero que me amen y Miedo al miedo.
1976: Dirige Ruleta china y El asado de Satán. Y para la tv Bolwieser, protagonizada por su "colaborador íntimo" Kurt Raab (protagonista también de El por qué de la locura del Sr. R. *). Al término de Bolwieser Fassbinder expulsa de su círculo a Raab.


Desesperación

1977: Dirige a Dirk Bogarde en Desesperación. Realiza uno de los episodios del film colectivo Alemania en otoño, en el que expone crudamente su intimidad con su nuevo amante, Armin Meyer, y su propia madre.
1978: Salta a la fama internacional con El matrimonio de María Braun. El 31 de mayo se suicida Armin Meyer, después de haberse separado de Fassbinder. En su memoria realiza En un año con 13 lunas.
1979: Filma La tercera generación.

Se inicia un período oscuro, con la crítica y distintos grupos de opinión en contra. Bebe en exceso, engorda y consume drogas: haschish, cocaína, heroína. En Alemania en otoño se filma a sí mismo de una forma tan realista que duele su sinceridad, su angustia, su decadencia física, su despotismo; en el film aparece su madre, quien dice que no sabe por qué ahora no es nazi, así como antes no sabía por qué era nazi. Para exorcizar la culpa que le produce el suicidio de Armin hace el film más doloroso de su filmografía, En un año con 13 lunas, el de la famosa escena del matadero...

5- La vida es hermosa, incluso ahora (frase final del film Los Dioses de la peste, 1969)

1979-80: Realiza la monumental miniserie para la tv Berlin Alexanderplatz.
1980: Filma Lili Marleen, un melodrama ambientado durante el nazismo que será su despedida de la actriz Hanna Schygulla.
1981: Hace Lola, El deseo de Veronika Voss y el documental Theater in Trance.
1982: El deseo de Veronika Voss obtiene el Oso de Oro en el festival de Berlín. El marroquí El Hedi Ben Salem, quien tras ser abandonado por Fassbinder estaba deambulando por Europa, mata a un hombre en una riña callejera en Francia y es encarcelado. Se suicida en su celda. La noticia del suicidio sume a Fassbinder en una gran depresión. Filma Querelle, dedicada a la memoria de El Hedi Ben Salem. Cuando aún no terminó de hacer el montaje de Querelle está escribiendo el guión de la ue sería su película siguiente, Yo soy la felicidad del mundo. Pero no termina ni Querelle ni el nuevo guión. El 10 de junio de 1982 es econtrado muerto en su habitación de paredes marrones sin ventanas. La autopsia encuentra en su cuerpo hinchado rastros de cocaína, píldoras y alcohol.


Querelle

El infierno de Fassbinder estaba encantador en Querelle, con su sol en un amanecer sin tiempo, un espacio dorado donde las pasiones en varias direcciones se confunden para asumir su incapacidad de expresar amor. Yo prefiero recordarlo ahí, en esa cumbre creativa, porque me cuesta aceptar que un error de cálculo lo privó de seguir haciendo sus maravillosos films. Tampoco quiero ver en sus últimos films metáforas sobre su final, presentimientos o testamentos, aunque él tuviera en claro que prefería "una vida corta pero intensa antes que una larga y rutinaria". (Julio 2003)

FIN

Postdata del editor: Releo el final de esta nota escrita por Silvia Formente para el primer número de La otra, en 2003. Y al tipearla, a pesar de que obviamente ya la había leído varias veces, tengo la ilusión de que la frase termine diciendo: "me cuesta aceptar que un error de cálculo lo privó de... expresar el amor que sentía...". Porque el hecho de que no pudiera terminar alguno de sus maravillosos films me parece ahora más aceptable que la posibilidad de que un error de cálculo le impidiera dar amor. Ya no está Silvia -a cuya memoria dedico este post- para poder preguntarle por este final alternativo.

Y aquí me quedo yo, tratando de no cometer ningún error de cálculo.

El fin de la radio

Ultimas dos funciones de una película
realizada por La Tribu Audiovisual




En 2009 FM La Tribu cumplió 20 años. Una de sus formas de festejarlo fue con el concierto compuesto especialmente para esta fecha por la Orquesta de Cámara La Tribu. El Fin de la Radio recupera el concepto de radioarte al fusionar música contemporánea con testimonios de hombres y mujeres que pasaron por el estudio de FM La Tribu en sus 20 años.

Algunas de las voces que recorren la obra son las de Darío Santillán, Richard Stallman, Moira Millán, Eduardo Galeano, Osvaldo Bayer, Liliana Felipe, el Subcomandante Marcos, Franco “Bifo” Berardi, Gabo Ferro, Vicente Zito Lema, Olga Marquez de Aredes, y Manu Chao, entre otros.

La música de El Fin de la Radio está liberada bajo licencia Creative Commons.

Realización: La Tribu Audiovisual.

Ultimas dos funciones: Este domingo y el siguiente a las 20:00 hs. en ARTECINEMA, Salta 1620

miércoles, 18 de agosto de 2010

El por qué de la locura del Sr. R.

Semana Fassbinder II
Una de las escenas más tristes de toda la historia del cine



por oac

El porque de la locura del señor R. es una de las cumbres del cine fassbinderiano. Es un film difícil de ver, en un doble sentido: porque, hasta donde yo sé, no circula en video ni DVD y el Goethe tampoco tiene una copia en 16 mm para que se programe en cineclubs, así que se proyecta en Buenos Aires una vez cada tantos años. En este caso, tendremos el gusto de compartir con quienes vengan el próximo sábado una copia subtitulada realizada por nosotros: Luis Arias, Ana Fioravanti, Perla Neiman y quien les habla hicimos una traducción y Luis la insertó en el DVD. Quizá sea la única versión del film en DVD subtitulada en castellano que exista en el mundo. Como sea, no parece probable que esta película se vaya a exhibir muy seguido en el futuro inmediato.



La otra dificultad para ver El por qué de la locura del Sr. R. es de índole artística: se trata de un planteo de una radicalidad que se goza no sin una considerable dosis de malestar: pero se goza, porque es una película extraordinaria. Petenece al período inicial de la obra fassbinderiana: realizada en 1970, de la época en que Fassbinder hacía un promedio de seis largometrajes por año. Su título original es Warum läuft Herr R. Amok? y es una co-dirección de Rainer con Michael Fengler. La narración está planteada en largos planos secuencia, con cámara en mano, como si Fassbinder se hubiera propuesto anticipar y llevar a una cima imposible de superar algunas de las premisas con que se lanzó, años después y como una operación de marketing, el Dogma 95. Pero un minuto de este film vale más que toda la filmografía de Lars von Trier y Thomas Vinterberg.



Las películas de Fassbinder exponen casi siempre casos desesperados. El Sr. R. tiene el rostro y la voz del gran actor (y "colaborador íntimo": una categoría típica del dispositivo fassbinderiano) Kurt Raab. R. parece un tipo tranquilo, pasa la mitad de su vida en la oficina, junto con otras personas igualmente tranquilas; acompaña tranquilo a su mujer cuando hay que ir ver a la maestra de su hijo, porque el chico tiene problemas de atención. En las reuniones con parientes o vecinos, R. está un poco abstraído. Su voz es suave, sin el menor asomo de alguna inflexión brusca. Su rostro impávido se parece un poco al de Buster Keaton, pero los ojos de R. no trasmiten melancolía sino una sorda desesperación.

Una de las escenas más tristes de toda la historia del cine: R. va a una disquería buscando una canción para obsequiarle a su esposa. Inmediatamente se transforma en el objeto de burla de las vendedoras, quienes responden con risitas ahogadas a los intentos de R. de tararear la melodía. "Es una canción muy triste con un montón de sentimiento" dice él y al cantar desnuda su ausencia de gracia. Porque el tema que Fassbinder desarrolla con una resolución inexorable es la falta de gracia. La escena al principio parece cómica y uno puede reirse un poco más abiertamente que las vendedoras en la pantalla. Pero la risa se corta cuando uno se da cuenta de que el propio R. percibe la burla y se entrega sumiso a ella (difícil olvidar esta escena): parece que él mismo admite ser despreciable. Entonces, la situación ya ha trazado una espiral descendente que arrastra consigo todo humor y nos hunde en lo sombrío. Estamos ante la célebre mirada fría que Fassbinder echa hacia la complicidad de las víctimas con los verdugos.

La película sigue. La iluminación es chata y la cámara deriva de una situación a la otra sin hacer germinar ningún dramatismo. De pronto, la mansedad de R. se troca en otra cosa.

martes, 17 de agosto de 2010

Una historia muy bonita con final triste

El bar de la esquina



Yo estaba en una terracita
un oscuro mediodía
echándome una copita
en ese bar que hace esquina con la calle mayor
viendo volar a las moscas
viendo pasar la vida
viendo pasar las chicas
que a todas me acercaría
que a todas las besaría
pero las pierdo de vista
pues porque pasan de prisa.

Apuré el chinchón de un trago
por el culo del vaso
dibujé una silueta
dejé volar a mi mente
me cegó un poco el alcohol

Y al abrir los ojos vi
que la borrosa silueta
se había convertido en princesa
y eras tú
y apareciste tú
y apareciste tú.

Yo me levanté de la silla
y hacia ti me encaminé
puedo darte un beso niña?
y ay después me avergonzé
de mí
pero no pude resistirme
y te pregunté otra vez
puedo darte un beso niña
aunque sea en la mejilla?

Y tu me dijiste que sí
me respondiste que sí.

Podría subirte la falda
y tumbarte aquí en mi mesa?
podría tomarte aquí mismo?
dime que sí por favor
tú tiraste al suelo las copas
que habían encima de la mesa
y me agarraste entre tus brazos
y se te abrieron las piernas.

Y tu dijiste que ya, ya, ya
venga, hazlo ya, venga va.

Y así sin darnos cuenta
que los dos nos liamos
venga a hacer el amor
en ese bar que hace esquina con la calle mayor.

Los clientes no entendían
la gente curioseaba
a ver qué hacen esos dos
follando en un bar del centro
en plena calle mayor
y al fin vino un camarero
y nos llamó la atención.

Fuera de aquí por favor
y le contestamos que no
ah! y además le pedimos
un pequeño favor
puede señor camarero
hacer de casamentero?
cásenos aquí mismo
cásenos por favor.

No debería de hacerlo
pero en fín venga va.

Y ahí mismo nos casamos
nos casó el camarero
convidamos a todo el mundo
y ahí encima de esa mesa
de ese bar y de esa calle
la luna de miel pasamos
quince días bien preciosos.

Fue precioso nuestro amor
fue precioso nuestro amor
fue precioso nuestro amor.

Fue precioso nuestro matrimonio.

ALBERT PLA

Versión en vivo


Versión en estudio