todos estamos igual

sábado, 2 de enero de 2010

Mundo de nylon

Avatar, el nuevo film de James Cameron


por oac

Definitivamente, Avatar no es la película de la década que terminó ni de la que acaba de empezar. Ni siquiera será la película del año. De hecho, no es la película de la semana (se estrenó finalmente la genial Rosetta, diez años después, pero eso será motivo de otro post). El concepto con el que se ha encarado la campaña mediática que sostiene el lanzamiento de la nueva película de Cameron dice que se trata de una revolución en la historia del cine, que Avatar es una película que anticipa el cine del futuro. A esta altura, estoy inclinado a pensar que nada (ninguna mercancía de las industrias culturales) puede autopostularse como el inicio de una revolución. Y que todo producto que se vende a sí mismo como revolucionario es probablemente un fraude comercial. No son las campañas de prensa las que pueden dar por comenzada una revolución. Lo triste es que muchos comentaristas suelen reproducir este tipo de aserciones. Así ha vuelto a pasar esta semana con Avatar: la frase lanzada por la 20th Century Fox acerca del caracter revolucionario de la película es reproducida sin crítica en reseñas de todo el mundo, incluida Buenos Aires.

Avatar es cine de la década del 80 (esto implica: de la peor década del cine) inflamado de ortopedia y anabólicos: no puedo dejar de asociar esta película al rostro deformado de Ricardo Fort, la misma prepotencia del dinero aplicado a una tecnología para producir un cyborg repelente. Hay muchos desarrollos tecnológicos que se exponen aquí por primera vez, pero las innovaciones inflaman un organismo avejentado. Cuesta reoconocer en estos extenuantes 163 minutos al autor de Titanic. En términos estéticos, lo que logra Cameron es un retroceso lamentable. Titanic quizá haya sido el último gran melodrama clásico, aquel en el que toda espectacularidad quedaba absorbida por una escena íntima que constituía la razón del ser del film: los momentos finales que los enamorados pasaban juntos tiritando, tomados de la mano y bajo las estrellas, antes de que Di Caprio se hundiera en el abismo oscuro del mar (esa profundidad que en la película funcionaba como metáfora del corazón de la mujer). Esa hondura prevalecía frente a la ostentación fálica del transatlático. Así quedaba conjurado el riesgo que tiene todo megaespectáculo de que su estética sea devorada por su gigantismo de producción. En Avatar no quedan rastros de ese intimismo y entonces lo que prevalece es un pavoneo tecnológico destinado a abrumar al público con su poderío. La desesperación por asaltar sensorialmente al espectador es tal que no hay escena que no esté atiborrada de artilugios visuales, una ostentación de un millón y medio de dólares por minuto que, paradójicamente, se traduce en baratijas artísticas que atascan la fluidez narrativa. El asedio a la percepción consuma una de las tendencias que arruinó el cine mainstream desde los 80: son más importantes los detalles que el todo que los sostiene.



Quizá la incongruencia más notoria que Avatar propone sea su contradicción performativa: el "mensaje" manifiesto del film es el de un respeto por la naturaleza encarnado por la cultura de los Na'vi, frente a la invasión bélica llevada a cabo por las tropas terrestres. Pero la política de un film nunca se define por la peripecia que aparece expuesta en la pantalla, sino por la manera en que la pantalla se vincula con el espectador. Y Avatar asedia la percepción del espectador como una máquina bélica que lo bombardea con el fin de que se rinda ante su poderío. Toda la perorata ecologista y el espiritualismo new age que se declaman son constantemente desmentidos por una textura fílmica que ha desalojado de la pantalla todo rastro de naturaleza. Si el cine ha sido desde su invención hace 115 años una combinación del registro de lo real con una experiencia alucinatoria, si su extraña potencia se alimenta de la tensión que producen esas dos fuerzas heterogéneas, en Avatar la industria anuncia su intención de expulsar a la realidad del cine y reemplazarla por un sucedáneo. Ya no se trata de una alucinación colectiva, sino de una pesadilla de diseño.

A pesar de los millones invertidos, el mundo de Avatar es de nylon, de consistencia mínima. La proliferación de detalles y su nitidez forzada ponen de manifiesto el vacío que habita en su centro. La metáfora del árbol de la vida alrededor del cual gira la civilización de los gigantes azules del Planeta Pandora pretende volverse una enseñanza (producida por la Fox y estrenada simultáneamente en la aldea global) para una humanidad descarriada . Es una metáfora de nylon. Ni siquiera es el polietileno con que Fellini construía sus océanos ilusorios (ojalá tuviera este esperpento algún rastro de la gracia de Fellini). El principal problema, incluso para una mercancía de la industria cultural, es encontrar un envase adecuado. Pero Cameron, con todos los años de research y los millones invertidos, no logra resolver los notorios saltos de textura visual entre las escenas virtuales, teñidas de flúo (curiosamente son las que nos tratan de transmitir amor por la naturaleza) y las registradas por métodos analógicos. La imagen sintética (que reclama un formato de videogame) entra en fricción con la molesta presencia de las personas de carne y hueso. La ingravidez del punto de vista virtual (no se puede hablar de cámara) se ve interferida por la pesantez de las escenas registradas con una cámara real. El resultado es un pastiche de procedimientos que no logran integrarse.



Una imagen falsa es tan peligrosa como una palabra falsa. La imagen a la que Cameron apela enfáticamente es la de un ojo abierto y expectante. Es una apelación a la mirada del espectador, pero el ojo que aparece en pantalla es un ojo plástico, detrás del cual nadie, nada, mira. Un ojo muerto. Y lo que espera Cameron de su espectador es que sólo se rinda ante sus misiles fosforescentes. Todo es falso en Avatar, lo contrario de lo que dice ser: lo natural es artificial, lo revolucionario es retrógrado, la emoción es calculada y la vitalidad es lúgubre. Es difícil imaginar que James Cameron pueda salir alguna vez de esta vía muerta.

83 comentarios:

Martín dijo...

Pues creo que Avatar ni siquiera sea un película. Totalmente prescindible.

julieta eme dijo...

sospechaba todo lo que decís. excelente texto. una película lamentable.

besos.

Anónimo dijo...

¡A la mierda!. Pensaba ir a verla hoy pero me suena que debés tener razón. Me voy a ver la de Yaouie que encima canta muy bien.
Hugo.

julieta eme dijo...

un millón y medio de dólares por minuto... puaj, un asco.

el respeto por la naturaleza (y por la humanidad) impone (o debería imponer) la frugalidad y la sencillez como valores y no el despilfarro y el derroche que esta película es por donde se la mire.

Diego dijo...

Yo creo que hay algo mas alla de el tema de la naturaleza, del que nadie habla. Es interesante como la película genera amores y odios...

Saludos.

liliana dijo...

No ví esta película (ni pienso ir a verla!!), pero la comparación con el grotesco Ricardo Fort es muy acertada...je.

Diego dijo...

Muy valida tu opinion Liliana, esta bueno opinar sobre lo que uno no sabe...

meridiana dijo...

Bestiarium: No hace falta ver la película: comparando las imágenes de los personajes y las fotos de Ricardo...alguna similitud hay, digamos.

Bueno, es mi opinión.

liliana dijo...

Ah, bueno,el comentario anterior salió con el logo del blog. Pero lo firmo yo.

Anónimo dijo...

Cambié de idea: Me dieron ganas de verla.
Hugo.

Arqueck dijo...

¿La viste en 3D? Porque, por lo que se comenta, la experiencia está en la tecnología y en las cámaras que dan profundidad, y menos en el cine argumental.

Es inteligente la medida. Cuando se popularizó la piratería musical, los bobos buscaban encarcelar a los que se bajaban música y los inteligentes sacaban mejor arte de tapa, envoltorio de cartón, más guita en el proceso, material audiovisual, etc. Cameron combate la piratería con un film para el cual es casi obligatorio el 3D, hace de la descarga directa una decimoquinta opción de consumo.

Yo un día de estos me voy a burguesear al IMAX.

Oscar Cuervo dijo...

arqueck:
sí, en 3d, pero en tu pregunta están todas las respuestas. La cosa "está en la tecnología". Funciona como un catálogo de posibilidades tecnológicas a ser presentado en un congreso de tecnología de la imagen. Lo que pasa es que a mí me gusta el cine. Y el cine se apoya en una tecnología (como casi todas las cosas en este mundo) pero afortunadamente es algo más que tecnología.
Y también estás en lo cierto respecto del fundamento de esta movida: es una reacción de la industria ante la piratería, se trata de obligar a los que están acovachados en el living de que dejen por un momento las copias compradas a 5 mangos por la calle y que paguen los 30 de la entrada. Si a eso se le puede llamar inteligncia, es inteligente la "medida". La película es otra cosa. El 3d fue inventado en la década del 50, cuando el cine se veía amenazado por la televisión, también por entonces intentaron con el cinerama (un precursor del IMAX), más adelante con el sonido SURROUND, todo lo que la tele no pudiera ofrecer. Pero sabemos que de acá a unos años las teles, o las compus o los celulares o las licuadoras o lo que mierda sea, te permitirán ver "pelis" en 3d, por lo cual Cameron está craneando una película a proyectarse en nuevas salas que estarán equipadas con una poronga virtual en la base de cada butaca, que se activará cuando el espectador tome asiento. Y entonces Leonardo D'espósito y Diego Lerer hablarán de una revolución cinematográfica que llega más profundo que ninguna otra hasta la fecha.

Anónimo dijo...

No des ideas Oscar. El cine poronga desplazando al cine sin aparatos como antes el cine de los pibes chongos desplazó al de los pibes chorros. Y después nos juntamos a ver una peli en el living y yo traigo las pizzas y el ortochoclo.
No les veo parecido a los personajes con Fort pero me parece una golondrina de verano.Ni punto de comparación con Diego Suller que ya lleva diez años con éxito y se renueva constantemente, la incorporación del hijo es un verdadero hallazgo artístico.
H.

Arqueck dijo...

Oscar (mientras suena Leonard Cohen), como bien advirtió Julieta Manterola, tu respuesta fue buena. Ahora, te pregunto, me pregunto, nos pregunto y no pregunto, ¿no será tu queja tecnológica la misma que hizo Chaplin (ese Lennon) cuando le pusieron sonido a la vista? Nos acostumbraremos, quizás para mal. Pero quizás, Oscar, quizás, el espiritista de 8 y 1/2, la estatua de los monitos y los copos de nieve que caen sobre la ciudad de la bola del Citizen pidan a gritos agregar un nuevo sentido. Quién sabe, posiblemente no. Pero es una respuesta que es blowing en futuros winds.

Chinasky dijo...

Ví Avatar en 3-D (3 Dedos te meten en el orto). Mis expectativas eran escasas, pero aún así terminaron defraudadas. Qué decir: modestísima video-instalación de alta tecnología, paparruchada seudo-ecologista con "mensaje positivo" (querramos a nuestro propio planeta). Mirá que bien, che.Para eso se gastaron 500 palos verdes, seguramente polucionando aún más el planeta.
Es como el agua Perrier. El otro día leí que para producir un litro de agua Perrier, un producto "sano" y sofisticado (como pretende el engendro Avatar) se desperdician 26 litros de agua pura, se producen 500 cm cúbicos de hidróxido de carbono y otros contaminantes. O sea, que termina intoxicando el ambiente mucho más de lo que pretenden sus virtudes supuestamente naturales.

Tenía razón Tarruella: los avances tecnológicos de hoy son la chatarra del mañana.

Por si a alguno se le pasó en el texto de Oscar, en los cineduplex dan Rosetta, de los Dardenne, un objeto mucho más parecido a eso que llamamos cine(cine...cine...me suena, me suena).
La veré de nuevo.

Y a esperar reseña altamente favorable de Avatar en el número de El Amante por venir.

Oscar Cuervo dijo...

Dear Arqueck:
ninguna queja tecnológica. A mí no me preocupa el 3D, sólo señalo que no hay atrás -en este caso y no en otros por venir- una película que lo respalde. Mi comentario se ciñe estrictamente a esta película y desmiento su carácter cinematográfico revolucionario. El cine sonoro abrió nuevas y grandes posibilidades, pero El cantor de jazz no fue una película revolucionaria. Prefiero hablar de lo particular y no hacer una apología o una condena del progreso tecnológico en general. Es perfectamente posible que en algún momento se haga una obra maestra en 3D, pero no es este el caso.

zledack dijo...

lamentablemente ya la vi la semana pasada, y como un tonto hermeneuta me había quedadp preguntando acerca de la semántica (cuestión a la que se apuntó mediáticamente): ¿por qué se debería aceptar la ayuda, consejo, de un Otro infiltrado/enmascarado? esta moralina cristocapitalista apesta...
muy buena la reseña, saludos!!

Alex López - Irreversible dijo...

Hey muchachos, primera vez que veo su blog a razon de una recomendación. Me motiva decir algunas cosas con respecto a la pelicula en cuestión,aunque no quiero caer en el juego interpretologo propuesto por el autor (del blog). Dentro de las acostumbradas críticas anti-holliwood del que quiere decir Otra cosa, veo que quizá hace falta una comparación más certera y pertinente para hablar de la película, y es que se hace mucha mofa de critica al contenido sin centrarse en referentes directos, ejemplo de ello, la historia y los personajes, por no decir toda su estructura narrativa es muy similar, igual diría yo, a la popular "Danza con Lobos"; en ese sentido, asi sea una copia, cosa que no necesariamente la demerita, considero que Avatar contiene los elementos de conflicto y análisis necesarios para intentar pensar las consecuencias de una intromisión (y consecuente exterminio) de las culturas, hasta se hace un desarrollo ritual muy ligado al conocimiento de tradiciones ancestrales, donde la música, el baile, la conjuración e invocación dan cuenta de esa Otra relación con el mundo natural, en ese sentido me parece excesivo y desconsiderado reducir estas experiencias a "perorata ecologista y el espiritualismo new age", es como si se negaran las dimensiones espirituales a las que refiere la película y que en definiva mueven todas las acciones de los Na`ví, al mismo tiempo el texto pretende decir que no hay dramaturgia ni intimismo en la película, por el simple hecho de haber sido grabada en un prototipo de cámara 3D, no quiero pecar de abogado del diablo, pero se me hace sentir un aire paranoico por el hecho de ser un producto de primer nivel de la industria del espectaculo, comparto el hecho de que la pirotecnia visual poco tiene que ver con las contribuciones estéticas en términos de lenguaje, pero eso no excluye la posibilidad de afectos directos en el espectador y que en ese sentido Avatar pueda cumplir con tareas de todos los tiempos del cine...llegar, reinventar, afectar la intimidad, asi sea desde la imagen que se cataloga como falsa...pero cuando en el cine se ha hablado, con certeza, de imagenes verdaderas, eso cualquier cine-critico enciplopédico empedernido lo sabe. gracias

Oscar Cuervo dijo...

kinephilos:
" no quiero caer en el juego interpretologo propuesto por el autor (del blog)":
Ya ves, de hecho has caído. Para no intepretar tendrías que simplemente guardar silencio, o, como hacen muchos, repetir la gacetilla. Que se parezca a Danza con Lobos, a Pocahontas o que haya tales o cuales citas, referencias o plagios (no importa), es un dato extrínseco que no agrega demasiado, forma parte de una erudición pop que es infinita a la vez que estéril, porque constatando toda esa data no se ha agregado un gramo de comprensión a la obra. Vos parecés preferir quedar adherido al nivel manifiesto del relato, lo que la película se encarga de trasmitir de modo voluntario y conciente, incluso lo que los propios personajes explican. Pero ese modo me parece poco interesante, porque el cine es más que lo que los personajes dicen: hay un fuera de campo, hay texturas visuales, hay algo que se resiste a reducirse al relato verbal. Uno puede hacer oidos sordos y ojos ciegos a todo eso y comentar simplemente el argumento. Estás en tu derecho, a mí no me interesa. Me resulta más interesante poner a funcionar todas esas otras cosas que están junto al argumento manifiesto, que son el vehículo en el cual va montado ese manifiesto y reconocer las tensiones e incongruencias, los ruidos y las fricciones, los sentidos indeseados pero igualmente reconocibles. Vos podés, si querés, desconocer la bajada de línea sobre la coexión con la tierra, con los elementos naturales, la conexión de las miradas, la oposición pacifismo/belicismo, pero igual esos elementos siguen estando en la película. Pero junto con ellos hay otros discrepantes: el repudio del belicismo terráqueo está vehiculizado por un bombardeo sensorial contra la mirada del espectador; el elogio a la conexión con la tierra va junto a el desalojo de lo real de la pantalla y la sustitución por lo virtual. De la misma manera, un discurso acerca del respeto de la diversidad cultural se apoya sobre un producto multitarget que cultiuva una idea trivial de las tradiciones ancestrales: no hay tradiciones ancestrales que la película respete sino una imagen diseñada de lo "ancestral" en general, tal como la supone una industria que no respeta precisamente la diversidad cultural, porque está planificada para eliminar toda diversidad y unificar una idea de lo ancestral lista para consumo. No es un dato menor que el proceso de liberación de los Na'vi sea liderado por un terráqueo: parece que los Na'vi no pueden liberarse solos y que es una vez más el muchachito rubio el que va a conducirlos a la libertad; en esto la película (que no es solo su argumento sino también el dispositivo que se arma alrededor de ella, la campaña de prensa y el discurso que la rodea, el lanzamiento simultáneo en diversas opciones: subtitulado, en castellano, en 3D, con intervalo, sin intervalo, proyección digital, proyección en celuloide, etc) reproduce el mismo tipo de discurso salvífico: un producto impuesto a prepotencia de dinero viene explicarnos a nosotros lo importante que sería que respetáramos lo ancestral y lo particular que la película ha desalojado del 90 % de las pantallas con su desembarco abrumador. Vos, si querés, podés despolitizar el sentido del film, podés intentar inhibir lecturas así llamándolas paranoicas. Si querés hablamos del box office y citamos a Howard Hawks. O nos sentamos en círculo alrededor de este nuevo fetiche a rendirle culto con world music de fondo. Tenés este espacio a disposición para hacerlo. Pero te aviso que ya se está haciendo en todas las otras partes, así que quizá no sea necesario reiterarlo.

Anónimo dijo...

mi humilde opìnion si les interesa es la siguiente, todo depende del ojo del observador, si uno va al cine con la expectativa de ver la pelicula revolucionaria que va a cambiar el cine, que mejor se quede en su casa porque es muy probable que no encuentre lo que esta buscando, es decir, primero la pelicula en si no plantea el cambio en torno a la historia (que segun he leido es el punto flaco adonde apuntan los detractores), plantea mas que nada, segun mi entender, un cambio desde el punto de vista de la tecnologia, de ahi en mas si conforma al espectador o no, esta en cada uno, pero eso si, para juzgarlo por uno mismo, ya cada uno fue y se gasto sus 30 mangos en la pelicula, es decir, la fox logro su objetivo que segun creo yo, es mediante una campaña de marketing muy astuta, llevar a los espectadores en masa al cine para comprobar por sus propios ojos, este avance de la tecnologia propuesto por cameron. Por lo tanto mis respetos a cameron por ser un director, que para bien o mal, se anima a mas y siempre cae parado... saludos!!

Oscar Cuervo dijo...

Claro, según el punto de vista del observador, que nunca es sólo un observador, suele ser además una persona y tener ideas. Es verdad que uno también es un consumidor y se gasta sus 30 mangos. Pero una vez pagada la entrada y vista la película, se dice que aún hay vida, por ende uno es también algo más que un consumidor. y en este blog se trata de que la cosa continúe por otros medios, algo en lo que nadie está obligado a participar.

Y en cuanto a Cameron, creo que esta vez se estroló contra el piso. pero depende de lo que se entienda por tal. Si hablamos de guita, probablemente cae parado. Ahora si hablamos de cine...

Anónimo dijo...

La verdadera maravilla de Cameron es "El abismo". Yo no le sacaría el crédito a un director que hizo esa película que instala el misterio de la condición humana en una película sin peroratas. Una maravilla de los 80, que supo dar grandes películas.
A esta la veré el miércoles.Y como siempre seré inflexible.
Steppendog.

Oscar Cuervo dijo...

Step:
creo que Cameron tiene crédito para rato. Pero también tiene débito.
Y en los 80 se hicieron muy buenas películas, claro, ahí empezaron a filmar Wong Kar Wai, Hou Hsiao Hsien y Sokurov, Coppola hizo Rumble fish, etc.
Lo que no quita que sea la peor década de la historia del cine.

Anónimo dijo...

La peor década de la historia del cine si se puede llamar así fueron los noventa.Que tampoco me parece mala en realidad. O si, me parece que sí.
Espero que esto no empañe nuestra amistad.
Steppendog.

Anónimo dijo...

Ademàs de Wong Kar- Wai, Sokurov y Hou Hsiou Hsien (que ni por casualidad hicieron sus mejores películas en esa década) hayan filmado en esa época no la hace buena. Los 80 significò el arribo de una generaciòn de directores americanos industriales más que interesantes. Por decir algunos nombres: Zemekis, Landis, Dante, Mctierman y Kaufmann. Algunos brillaron en esa década y después empezaron a caer. Otros (Dante a la cabeza) siguieron demostrando un talento importantísimo.
Otras razones para demostrar que los ochenta no fueron tan malos como vos decís. Scorsese (Después de hora, El Rey de la Comedia, La última tentación de Cristo), De Palma (Scarface, Doble de Cuerpo, Blow Out), Allen (Crímenes y Pecados, Zelig, Hannah y sus hermanas), Cronenberg (Pacto de Amor, La Mosca), Carpenter (La Cosa, Escape de Nueva York, Sobreviven) pasaban por momentos más que interesantes. Wenders supo por esos años hacer grandes películas. Los 80 también signficaron la consolidación de las carreras de dos cineastas claves como Lynch y como Verhoeven y el arribo de un tal Cameron que en esta década realizó obras maestras como Terminator y Aliens. Si a esto le sumamos que el género de terror tuvo una revolución importante en cuanto la mezcla de terror y humor y una vuelta por demás interesante a la herencia de James Whale, y si le sumamos también las cada vez más (justamente) valoradas comedias de John Hughes y la creación del subgénero de comedias adolescentes, diría que estamos bastante lejos de pensar a los 80 como la peor década de la historia del cine. Si hubo, durante esta época, una actitud por parte de los productores a quitarle la libertad creativa a los directores y que tanto enojaría a Scorsese y a De Palma por esos años. Y es verdad también que la reinvención del género del terror terminaría por gastarse. Y hubo también, si vamos para el lado de la Europa, señales de agotamiento creativo. Pero no me parece para nada esa cosa nefasta para la historia del cine que vos planteas. Los 90, sin ir más lejos, fueron peores y es posible que los 60 también lo hayan sido.

Alex López - Irreversible dijo...

Bien, La Otra (Oscar) tenés toda la razón he caido en el juego hermeneuta debiendo contenerme en el silencio, en definitiva me ha ocurrido lo que imagine, terminé siendo considerado abogado del diablo, y ya que me has impuesto ese papel... no hay que ser genios para saber que Avatar o es la gran película, pero no por ello habría que hacerle la crítica con intereses soterrados, me refería a Danza con lobos no por una erudición pop sino por intentar hacer una comparación más acorde, menos atropellada, rebuscada y plagada de juegos malevos correspondientes a contraponer dos estéticas de polos opuestos para privelegiar una de ellas, en definitiva creo que los hermanos Dardenne no son el punto de comparación más acorde con Cameron porque no tienen nada que ver, y repito no hay que ser genio ni critico para darse cuenta de ello; la critica de cine lleva años estableciendo dos bandos e inventando peleas imaginarias como único recurso para hacer pertinente su labor de satisfacer la necesidad de hablar sobre lo que no saben hacer. Simplemente sospechaba un poco de filtración de semejante recurso tan desgastado, es el mismo caso cuando se habla se plagio si se refiere a una pelicula de hollywood y de homenaje si se trata de cine de autor... si nos vamos a eso facilmente podiamos acusar de plagio a los Dardenne por el uso de sus planos secuencia, y el plano-secuencia es precisamente la supresión del montaje, recurso que paradojicamente de acuerdo a tu texto, es mediante el cual podemos jugar con el fuera de campo al que refieres, de hecho el plano secuencia es la instauración del nivel manifiesto del relato en la imagen y por ello requiere tan alto nivel de dramaturgia (si tienes alguna duda puedes recurrir a Pasolini). Pero siguiendo con el papel hermeneuta, veo que confundes el texto con el contexto, y para hacer crítica al texto (la pelicula) estableces como punto de partida hablar del establisment de la pelicula, es como cuando se sentencia a alguien que quiera hablar de un texto por el hecho de no conocer la biografia del autor o su historia, y eso no es más que establecer Enciclopedia o Canones, nada más hegemónico que ese movimiento propio de la hermeneutica. veo que hay más elementos externos en el texto que tu escribes que en la referencia a otra película de la misma linea. En ese sentido no veo que se haga una despolitización del filme al no darle el nivel de prelación que le das a la industria, la política del filme no la determina el que sea un bien de consumo, porque de hecho todo el cine lo es, en diversos grados y para públicos distintos pero en últimas consumos. si se tratara de ver la política del filme me parece más válido, como tu lo alcanzas a insinuar, pensar en el papel del personaje humano como salvador, pero tampoco podemos acusar a la película o a Cameron de plantear un discurso engañoso por el hecho de utilizar el recurso del "Enviado" como salvador, hasta Pasolini en Teorema puso a un ángel para salvar la condición humana, es un problema iconográfico de todos los movimientos sociales, lo que da a pensar que así funciona el dispositivo en todos los círculos, hasta los más anarquistas. la politización o despolitización del filme pasa por comprender que no se puede hacer crítica al capitalismo desde el dispositivo más capitalista de todos que es la paranoia, no se si esté insinuada o no, pero la defensa a ultranza del cine de autor atacando al cine de industria parece que tiene que ver mucho con ello, y bueno asi como decia otro comentario, cierto que Cameron tiene muchos creditos y tu le reconosces los débitos, entonces ¿quien se los va a cobrar? La Otra?

L. F. dijo...

hugo. no es diego suller, es guido. por favor mas respeto

Anónimo dijo...

Gracias Livio por la corrección. Pasa que no cuento con un buen archivo,solo valijas y cajas llenas de diarios y recortes de revistas de actualidad que cuando necesito consultar nunca las encuentro.Si podés cada vez que cometo estas gaffes te pido que me lo señales.
Vamos a lo nuestro: Ya me pongo a leer a Kinephilos con detenimiento para ver que idea tiene del asunto,parece bien interesante. Soportaré este calor agobiante.
El anónimo de mas arriba a pesar de que no coincido en algunos pocos nombres hace una reseña formidable de grandes creadores cuyas imaginaciones se siguen reciclando hasta para producir vestuario de temporada ya que no pueden agotar sin repetición sus tramas. Le faltó a Anónimo el que pintaba como un genio tremendo:Hill, con su calles peligrosas y ese personaje tortilleril de la rubia vestida de combate, magnífica.Y 48 horas claro, refritada hasta la fecha de tal forma que solo falta que pongan a un oriental con un poli del báltico con persecusiones en trineo.
Hasta acá llego. ¡Que caloooor!
H.

Oscar Cuervo dijo...

Anónimo:
no, Sokurov, WKW y HHH no hicieron sus mejores películas en esa década, y la ristra de nnombres y títulos que señalás como los más destacaddos permite constatar que si eso era lo mejor, se trata efectivamente de la peor década de la historia del cine. Lo que decís de los 60 o de los 90 delata de alguna manera tu admiración por esos comediógrafos ochentosos que admirás.

kinephilos:
si pusieras más puntos y comas en tus textos sería más fácil detectar ideas. Por ejemplo creo haber detectado algo sobre el problema del plagio: pero tirás la pelota muy afuera: en mi comentario sobre el mamotreto cameroniano nunca se puso la mira sobre un posible plagio. Tampoco se hizo ninguna comparación con los hermanos Dardenne, así que introducir forzadamente el tema del "plagio" del plano secuencia es una usar cañita voladora vencida para no centrarte en discutir el análisis que yo hago de la película. De todos modos podés seguir derivándote hacia otros tópicos, pero como resulta difícil detectar tu línea argumental, no creo que pueda responderte. El blog es todo tuyo para seguirte explayando.

Anónimo dijo...

¿Qué comediógafos ochentosos que admiro?. Mi comediante preferido es Buster Keaton que es de la etapa muda. No interpretes más allá de lo que lees. Por otro lado, Steve Martin, John Candy y James Belushi me parecen comediantes más que dignos. Zemeckis, Dante, Kaufmann no hicieron comedias ochentosas (bueno, Volver al futuro podría ser, pero hasta ahí, no tienen ni por casualidad el espíritu de las de Hughes). De Palma, Scorsese, Cameron y Carpenter, Allen tampoco representan la comedia ochentosa . Por otro lado, te estoy nombrando directores muy influyentes que en su mejor momento, a mi entender por lo menos, hicieron obras maestras mayores y estuvieron en un período mejor que en el de los 70. ¿Qué Lynch y Verhoeven hayan consolidado su carrera te parece poco relevante?. ¿Que se haya experimentado con el terror y se haya visto mejor que nunca en esa época la herencia de James Whale te parece poco interesante? Bueno, cuestión de gustos, a mi todo eso me parece muy importante. La cuestión es que a mi por todo eso los ochenta me parecen importantes. ¿Cual es la razón por la que la considerás el peor período de la historia del cine?. No se francamente que pudo de tener tan nefasta esa época. Yo ya te tiré ejemplos. Tirame vos alguna razón para repudiar tanto esa época, argumentar así es fácil...

Saludos

Oscar Cuervo dijo...

Anónimo:
si Zemeckis, Landis, las comedias adolescentes y el terror con toques de humor te parecen signos de vitalidad o de una época brillante... evidentemente tenemos ideas distintas de lo que es el brillo y la opacidad.

Si las décadas del 60 y del 90 te parecen malas, es porque tu universo se ciñe a Hollywood (los 60 de Godard, Truffaut, Eustache, Bresson, Fellini, Visconti, Demy, Rohmer, Chabrol, Richard Lester, el cine checoeslovaco, polaco, Tarkovsky, la nueva ola japonesa, para no hablar de Casavettes, Mekas y todo el cine independiente de New York... en fin, nada comparable a las extraordinarias comedias adolescentes o a esa summa artística que es Volver al Futuro).

De los 90 no hablemos, porque si no conocés a Godard, Tarkovsky o Casavettes, difícil que te digan algo los apellidos que puedo citarte.

Por otro lado, considero que AVATAR tiene toda la lacra del cine ochentoso, todos los yeites más baratos para impresionar giles, virus inicialmente salidos de la factoría de Spielberg y Lucas y que después terminaron infectando todo el mainstream, que demanda un espectador que detuvo su maduración a los 11 años. De palma, Coppola, Carpenter y Scorsese hicieron buenas películas, pero también empezaron a sentir la imposibilidad de desarrollar su autoría precisamente en esa década. Cameron y Lynch sí, brillaron. Por eso justamente se lamenta esta decadencia del actual Cameron que ya tiene poco que ver con Terminator o Titanic y trata de spielbergizar su cine. Pero Spielberg es más eficaz en ese terreno.

Alex López - Irreversible dijo...

ah!!!, Ok. siempre he tenido problemas con la puntuación, si eso es un problema no hay problema, lo de la comparación con los Dardenne lo decia por el programa, era el tema propuesto,no? la película de la semana. así se hablo anoche, no? comparando. Lo del plagio respondía a tu respuesta del blog cuando hablaste de pocahontas, en la misma respuesta refieres al fuera de campo, solo quise precisar, no me quiero centar en discutir, simplemente acotaba precisiones tratando de llevar el dialogo a otro nivel quizá más fundamental, el escenario donde se mueve tu crítica a la película de Cameron, y que en últimas refiere a la antigua discusión entre industria y autor, no sabia que la precisión era una deriva. en fin, mi interes no es explayarme, así que gracias, aprenderé a no dejarme tentar por la linea hermeneuta, BLA.

Alex López - Irreversible dijo...

Bla...

Chinasky dijo...

No sé si los `80 fueron una de las peores décadas que ha dado el cine, pero es seguro que no fue una de las más brillantes. Tuvo cierta opacidad esencial, ontológica. Hay que resaltar, entre otras, a Rumble Fish como una de las cimas de una década bastante pobre en puntos altos. Pero creo que más allá de las consideraciones artísticas hay un hecho notable: la herencia que nos dejó los ’80, su fantasma, la NCA (Nueva Comedia Americana). Sacando algún título destacable, un bluff, perdónenme amigos. Pero este (digamos) subgénero es defendido por una parte de una crítica entusiasta, irreflexiva, seguramente. Seamos justos: Rushmore es una hermosa película. Pero la trayectoria de Wes Anderson mismo empezó a decaer luego de ese auspicioso título inicial. Los Excéntricos Tenembaum zafaba, luego Vida acuática estaba apenas en el borde y Viaje a Darjeeling es francamente mediocre. Me parece que el endiosamiento a la década del ochenta (y a su reflejo tardío, la NCA) parte más de un mito que de una realidad concreta. Mucho más en el caso de la NCA. Tampoco entiendo el endiosamiento de Zemeckis que viene haciendo bodrio tras bodrio en sus 3 últimas películas con el sistema de motion capture y demás (otra vez el mismo problema: un adelanto tecnológico que enmascara la falta total de sustancia, o de cine, directamente). Y ni hablar del resto de la NCA: la famosa Factoría Apatow no tiene un título recordable de acá a unos años: fálicos filmes llenos de chistes de colegio secundario de varones, a ver quien la tiene más grande, etc.
Ni siquiera las películas-emblema de la década del `80 como The breakfast club (El club de los cinco) o La chica de rosa (con el pseudo ícono Molly Rinwald) aguantan el paso de los años. Lamenté la muerte de Hughes, pero sólo hizo un puñado de películas divertidas, con cierta frescura. Sólo eso. Y con la frescura no alcanza para entrar en el gran cine. Y no es una pretensión canónica. Estos filmes suenan demodé, sus recursos (como las famosas Secuencias de Montaje) son mas viejos que Tutankamón. No hay invención ni desarrollo de formas, que caracteriza y caracterizó al cine que perdura en nuestra memoria.
Qué va a hacer. El rey está desnudo, muchachos.

P. D.: pido permiso a Oscar Cuervo para enviar su reseña de Avatar a unos amigos que siguen creyendo que la película de Cameron es un fascículo de la Verdad Cinematográfica.

Chinasky dijo...

¿En qué películas se vio la herencia de James Whale?

Oscar Cuervo dijo...

kinephilos:

- Lo de los signos de puntuación no es un formalismo: si en una misma oración disparás tres distintos ejes de discusión, se hace difícil intervenir en diálogo con ese continuo.

- tu histeriqueo con la interpretación y la hermenéutica es un poco irritante: si estás acá es porque estás interpretando, incluso interpretando mi interpretación. Si no querés discutir, no discutas, y si querés discutir, discutí, pero es cansador que discutas y digas que no querés discutir. Yo creo que toda obra no sólo permite sino que hace inevitable la interpretación. Pero si vos asumís esa pose pseudo-anti-intelectual, tendrías que limitarte, al ver una película, a emitir exhalaciones: ahhh... uhhh.... ohhhh. Pero el verso anti-interpretativo es interpretación de baja estofa.

- En estaa reseña no se hace ninguna comparación con Rosetta. Todo se limita a JUGAR (en el título de otro post) con la idea de cuál es la película de la semana (del año, de la década, etc). Nunca se propuso compararlas. En el análisis sobre Avatar no aparece la más mínima referencia a Rosetta y la comparación no tuvo el más mínimo desarrollo. Ahora si querés compararlas, comparalas.

- De todos modos, si reivindicás la precisión, no parece muy preciso poner en un mismo nivel los parecidos argumentales entre Pocahontas, Danza con Lobos y Avatar, con un recurso sintáctico como el plano secuencia. Si te gusta ser preciso no mees tan fuera del tarro.

- Por si aún no te quedó claro (a pesar de que lo dije varias veces) que se parezca o no se parezca a Danza con lobos o a Pocahontas me resulta totalmente irrelevante. Tus intentos de llevar la discusión hacia la cuestión de un supuesto plagio son infructuosos porque al menos para mí no tienen ninguna importancia. Fuiste vos el que señalaste el parecido argumental con películas anteriores y yo el que te respondí "es un dato extrínseco que no agrega demasiado". Así que no veo por qué querés llevar la discusión hacia una inexistente acusación de plagio.

- Decís que querés ser preciso pero interpretás (mal) mi planteo como "la antigua discusión entre industria y autor". Todo mi texto te desmiente: Cameron hizo Terminator y Titanic en el seno de la industria y son infinitamente superiores a Avatar. Que una película sea industrial no implica que no tenga un autor y oponer una cosa a la otra es trivial. El problema es confundir el valor de mercado de un film con su valor artístico. Hitchcock era 100% industrial, pero los productos industriales pueden analizarse estéticamente.

- Y si hablamos de precisiones, en tu hermenéutica de mi texto siempre pasás por alto las tesis principales: cómo las condiciones de producción de un film quedan inscriptas en la textura del mismo; cómo esas condiciones pueden estar en contradicción con el "mensaje" manifiesto, mensaje que la película misma enuncia y que la mayoría de los comentarios repitieron: el respeto a lo ancestral, a la diversidad cultural, bla bla.

- BLA.

- También, ya que estás cayendo en el juego hermenéutico, podrías explicar las grandes virtudes de Avatar (si es que te parece que las tiene). Otra posibilidad es que amplíes la idea de que lo fundamental de una película es su argumento. Pero, claro, supongo que a vos no te gusta entrar en discusiones.

Oscar Cuervo dijo...

Chinasky:
dale, no tenés que pedirme permiso para enviar mi texto a quien quieras. De Pompeya hacia el universo, hasta el planeta Pandora & beyond.
- Tenés razón, hay que estar muy al pedo en la vida para poner subproductos tan irrisorios como La chica de Rosa o The Breakfast Club a la hora de destacar los hitos de una década. Pero eso se limita a un mundillo muy circuscripto, ¿te acordás de los boludos que hacían Operación Fideos con manteca y se reunían para celebrar el trash de cuando ellos eran adolescentes? Bueno, maumeno. Fuera de ese círculo ínfimo, La chica de rosa no cuenta ni siquiera para Molly Rinwald.

Anónimo dijo...

Cuervo: Usted dice: "De los 90 no hablemos, porque si no conocés a Godard, Tarkovsky o Casavettes, difícil que te digan algo los apellidos que puedo citarte". ¿Quièn le dijo que no los conozco?, ¿de donde deduce eso?. Francamente no lo entiendo. Por otro lado, La nueva Ola Japonesa (la de Oshima, la de Imamura, y a la que también se le suma, aunque un tanto arbitrariamente, Suzuki), también entregó títulos excelentes aunque poco conocidos en esta década. Ah si, y Cassavetes en los 80 hizo Torrentes de Amor. Y Godard Sálvese quien pueda la vida. Digo para que vea que se quienes son. Es fácil descalificar basándose en la nada más absoluta. Por otro lado, no hay que estar "muy al pedo" para reivindicar The Breakfast Club o la Chica de Rosa. Esta bien que es una cuestión de gustos, pero no veo en estas películas menos profundidad a la hora de retratar la adolescencia que en las mejores películas de Gus Van Sant. Podrá decirme que es un gusto torcido, pero no desconozco en absoluto el cine que usted cree que desconozco. No me prejuzgue.

Oscar Cuervo dijo...

Si conoce a Godard, Tarkovsky y Casavettes (y a Bresson, Visconti, Truffaut, Rohmer, Chabrol, Mekas, Fellini,Eustache, Demy, el nuevo cine checo, los polacos, la nueva ola japonesa, Lester) y dice que la década del 60 es la peor del cine y a eso le opone la nueva comedia americana, Robert Zemeckis y La chica de Rosa, bueno, entonces su extravío es peor de lo que pensaba. Ahora si me va a nombrar las películas que en los 80 hicieron los grandes directores, se va a hacer un poco tedioso. OK, Bresson hizo L'argent en los 80 y Sokurov estaba en la escuela de cine y hacía sus primeros trabajos. Pero la mejor prueba de la pobreza de esa década (en la que los grandes maestros siguieron siendo grandes) es la lista de títulos y autores que usted destacó.
Jocosamente dice que la nueva ola japonesa no era muy conocida en los 60. Claro, no era comocida: por usted.
Y si a usted le parecen comparables The breakfast club o La chica de rosa con Paranoid park o Gerry, lo invito (o la invito, no sé cuál es su género) a desarrollar su idea sobre la maestría de esos títulos y yo lo publico aquí mismo.

Chinasky dijo...

*Eeeeeepa!!
¿Comparar La chica de Rosa con Gerry?
¿Cómo dice?

*Fuí una vez a Los Fideos con Manteca. No sabía qué corno era, me llamaba la atención el nombre, Juan di Natale de CQC los promocionaba. Me llevó un amigo.Yo recién venía de Rio Negro. La vez que yo fuí era un homenaje a Cecile Charré y su perrito Alfonso(!). Cuando ví, dije "dejé el agua ´pal mate en el fuego" y huí despavorido.

*El año pasado, cuando murió Hughes, alguien entrevistó a la Rinwald (ya una señorona), sobre las pelis ochentosas.Más allá de la pena que sentía, Molly no podía recordar un solo plano de La chica de Rosa.

Oscar Cuervo dijo...

¿Alguien puede recordar un solo plano de La chica de Rosa?
Ah, sí: los Fideos con manteca (varios de ellos escriben en El Amante).

Violencia Rivas dijo...

Por un momento temí lo peor (y eso hubiera desatado mi ira) que no se reconociera a Lynch como uno de los grandes directores de los 80qué digo! el mejor hasta el día de hoy, al menos de los que están vivitos y coleando.

me temo también lo peor de Avatar, pero voy a verla para opinar, a Hugo le pido que en vez de "tortilleril" le diga a la rubia vestida de combate "torti-jane", término más adecuado para el caso.

Anónimo dijo...

Yo puedo, y no solo uno.

Chinasky dijo...

Oscar: no sabía que los ex Fideos escribían en El Amante, no conocía su derrotero (por derrota, no por viaje) posterior.
Y ni recuerdo de qué trataba La Chica de Rosa. Prescindible.

Lilián Cámera:Sí. Lynch es un grosso de grossos.Un capo.
Andá a ver Avatar y comentá, me interesa tu opinión como conocedora del cine fantástico y ciencia ficción.

María Fernanda dijo...

bueno, a mí me gustó la película y no la ví ni en 3d ni me había enterado de la estrategia de marketing que venía con la película,y sobretodo, promocionandola como una pelicula revolucionaria del cine. Sin embargo, y sin ánimos de defender el cargo que se le atribuye de revolucionaria, me parece que cumple con los propósitos que, como espectadora, podría entender que quizo expresar el director con su film; porque si bien es cierto que la publicidad hace gran parte del trabajo de llegar al público que se pretende en la concepción del filme mismo, también existe la parte del director que se imprime en su trabajo, el sentido que se quiere expresar, el mensaje. en este sentido, insisto no quiero defender a avatar, me parece que el mensaje queda claro, y no sólo por el hecho de que se mantiene en la estructura básica inicio, nudo y desenlace, sino porque también se puede ver que el mensaje tiene un sentido específico que está ligado a lo que Oscar llama "Toda la perorata ecologista y el espiritualismo new age". Aunque es un producto de la maquinaria Hollywoodense me parece que deja claras algunas cosas y que no necesariamente tienen la pretensión de universalismo y de instituición de una forma específica de chamanismo. lo que me quedó explicito es que hay una relación con la tierra, que es profunda, íntima y que existen unos seres que la cuidan, no creo que esta tenga que ver con las pretensiones de determinismo exacerbado; al mismo tiempo que existen estos seres existen otros que quieren algo del lugar donde ellos viven y consideran sagrado, por lo que se abre un conflicto, que es la cuestión de la comprensión de sagrado y lo profano, la relación con el territorio, y que hay dos grados de necesidad, una artificiosa -hombres- y otra necesaria vitalmente -Na'vi-. En este punto creo que independientemente de la maquinaria monstruosa y decadente como muy seguramente la ve Oscar, hay ciertos puntos que se desligan de la producción y se logran entremezclar con el público. Ahora bien, no considero que la imagen de salvador yanki blanco que Oscar ve en el personaje del marino que aprende de los Na'vi sea la misma que el director pretende mostrar, ya que si bien él viene de otro mundo, del mundo civilizado, occidental, etc, etc, a "llevar" el mensaje de que se tienen que ir de su tierra,"el discurso salvífico", las condiciones de entrada al clan son delimitadas por la tribu misma, lo que no quiere decir entonces que se desconosca la contraparte donde el marino tiene su jugada, sin embargo, la relación del soldado con el clan ocurre en el escenario donde ellos conducen el juego escenico de fuerzas. Me parece que la intención de Cameron en este punto es: como puede ser posible una transmutación del fín (extracción de informacion para sacar el mineral ese) mediante la afectación, el surgimiento de un afecto que va más allá de lo calculado. Considero que esta situación pretende exponer unas circunstancias actuales que se presentan desde la colonia, la relación indígena-colonizador, en tanto que los elementos que conllevan a la situación de generar una necesidad de un informante son muy similares a las ocurridas en las selvas amazónicas y demás lugares que han sufrido la arremetida concreta y real de antropólogos, sociólogos y demás. Si nos vamos a la escena donde el marino en su avatar quiere dar a entenderse en la comunidad, una vez que ha perdido todo crédito al haber declarado su posición real de infiltrado, comprende que ese proceso de escucha sólo será posible si toma una forma que esté dentro de la concepción mitológica de los Na'vi, de modo que se conecta con Turuc. Este hecho sólo se hizo posible en la medida que el protagonista entiende el movimiento que tiene el clan con su territorio, este entendimiento se hizo posible porque había de por medio un afecto que cambió la perspectiva del protagonista, Spinoza a este acto de entendimiento le llama amor. ¿acaso esto que menciono, no tiene un tinte político?

María Fernanda dijo...

No me interesa ser cinefila, ni intelectual, ni ninguna de esas personas que citan y citan y citan para justificarse, pero el cine, según lo que tengo entendido, si bien se maneja en un lenguaje que inaugura y por esto es considerado arte, pero ¿corresponde a TODO el cine CREAR un lenguaje para decir cosas que se pueden decir sencillamente por que el director considera importante decirlas en un lenguaje común? y entonces ¿por esta pretensión tiene que censurarse el hecho de la expresión? Que sea un "buen" o "mal" filme no le quita en ningún momento la validez de comunicación que tiene. Lo que no quiere decir entonces que Avatar sea la mejor pelicula en narración estilo, lengujae, etc, etc, dice cosas que si uno ha tenido mediana relación con alguna comunidad indígena, se da cuenta de que es así. y, ¿cúal sería el problema de que emocione a personas del común que no saben nada de cine, que no sabemos perdón, de que nos guste en una mínima medida? estoy de acuerdo con Kinephilos: "la critica de cine lleva años estableciendo dos bandos e inventando peleas imaginarias como único recurso para hacer pertinente su labor de satisfacer la necesidad de hablar sobre lo que no saben hacer".

Oscar Cuervo dijo...

María Fernanda:
creo que construís un lugar pseudo-ingenuo de los que "no sabemos nada de cine", cuando en mi texto nunca estuvo en juego un saber de cine: de hecho vos citás a Spinoza para respaldarte en una autoridad intelectual, de modo que esa ingenuidad del no saber nada no es lo que practicás. Y también ponés en juego un supuesto saber de los que "han tenido mediana relación con alguna comunidad indígena, se da cuenta de que...". Así que ni yo jamás lo plateé en términos de saber de cine ni vos sos un espectador común (tal entelequia no existe). En cine no se trata de saber, sino de ver y oir. El "saber de cine" lo tiene cualquiera que haya visto (como seguramente es tu caso) cientos de películas: con cada una de ellas, vos, como cualquiera, pone en juego las nociones de que dispone. También es tramposa la atribución al campo de "la crítica": "la critica de cine lleva años estableciendo dos bandos e inventando peleas imaginarias". para empezar sos vos, junto con Kinephilos los que en este debate establecen dos bandos y peleas imaginarias: ¿quién les dijo a ustedes que yo soy "la crítica"? Yo hago exactamente lo mismo que vos: escribo lo que me parece sobre la película después de haberla visto y analizado, no formo parte de la corporación de la crítica, no formo parte de un sindicato, no tengo título de crítico, no vi la película en una privada, pagué mi entrada, vine a mi casa y escribí, igual que vos. Entonces no inventes lo del bando de "la crítica" contra "el espectador común". Si partís de esos lugares de enunciación tan mentirosos, si querés atribuir a tu interlocutor una pertenencia que yo no reclamé, ni necesito ni voy a aceptar, será porque no podés defender tu percepción desde vos misma y querés refugiarte en el bando de "los que no sabemos nada", aunque "citamos a Spinoza". Yo no cito a Spinoza, pero tampoco acepto limitarme a interpretar una película en base a la intención del director: la perorata sobre la relación íntima con la tierra es uno de los mensajes explicitados y subrayados por el guión, es acorde con cierta vulgata new age y se lleva a las patadas con un film cuya imagen no es capaz de mostrar un gramo de tierra y en cambio construye una estética de vidriera de shopping con arbolitos fosforescentes. Si te gustó la película todo bien, cada uno se entretiene como puede. Pero no me vengas a proyectar la creación de bandos que yo no acepto integrar.

Anónimo dijo...

Bueno,ví la película. Ahora me voy a poner a leer con detenimiento todo lo que aquí y también allá se ha escrito y ver de aportar algo que no se haya dicho.Veremos.
Steppendog.

Anónimo dijo...

perdón, ya que hablan de los 80, ¿nadie se acuerda que antes de agrgarle una "s" hubo un solo Alien, infinitamente mejor,sin mostrar casi nada? , ni hablar de Blade Runner...

Anónimo dijo...

Puede ser que no seas crítico, de esos de entrada gratis, pero tu actitud y la de algunos commnents me recuerda mucho la caricaruta de Matt Groenning "el crítico", ¿alguna vez la viste?

Oscar Cuervo dijo...

Si querés ser mi interlocutor tenés que aportar alguna idea o al menos algún compromiso con tu discurso. Con maledicencia no basta.

Chinasky dijo...

"El enviar mensajes lo dejo para los carteros"
(Alfred Hitchcock, director de "otro" cine industrial)

María Fernanda dijo...

bueno Oscar, es cierto que cito a Spinoza, pero lo hice sin la intención que fuera un respaldo intelectual; igual si le quito el nombre del autor no deja de decir lo mismo, el afecto y su poder: el amor, y puedo prescindir del nombre porque todo el texto no está apoyado en la cita, de manera que lo que decís del respaldo no se aplica a todo. Cuando yo hablo de que no sé nada de cine, ni nada de nada, es porque en efecto es así, no tengo pretensión de darme a conocer como "culta" o "conocedora", no me interesa, entonces no es nada ingenuo el hecho de que me nombre así, porque de hecho considero que es demasiada prepotencia, falta de entendimiento y ahí si demasiada ingenuidad promulgarse sabedor de algo. vos afirmas que en tu texto nunca estuvo en juego un saber de cine, pero otra frase te contradice
"Definitivamente, Avatar no es la película de la década que terminó ni de la que acaba de empezar. Ni siquiera será la película del año. De hecho, no es la película de la semana”, “Avatar es cine de la década del 80 (esto implica: de la peor década del cine) inflamado de ortopedia y anabólicos". Hacer alusiones de épocas en el cine, con el pretexto de "criticar" una película, es decir que se posee en suficiencia el conocimiento de tantas películas y tanto cine para poder catalogarla; ahora bien, entiendo que eso lo dijiste en el marco de no ser una película revolucionaria, pero donde te apoyas trasluce el "juego de saber de cine". la intervención sobre los indígenas la hice para concretar lo que estaba diciendo, que en Avatar se manifiestan situaciones existentes en la actualidad ,y, que no todas las referencias a la tierra y la relación de los Na'vi con ella, son como vos lo decís. Así como "con cada una de ellas (películas), vos, como cualquiera, pone en juego las nociones de que dispone" yo, puse en juego experiencias que reafirman lo que digo, de manera que No ocurre la enunciación de modo arbitrario e "inocente" como pensas. Decís que mi discurso es tramposo y mentiroso por colocarme en un lugar de "espectador común" cuando no lo soy, simplemente por el hecho de que hablo de una experiencia y, lo admito, innecesariamente cito a Spinoza; para mí la verdad eso no significa que deje de ser un espectador común, porque vi, me emocioné, escuché, no pensé en el final, ni en la forma," todas esas otras cosas que están junto al argumento manifiesto, que son el vehículo en el cual va montado ese manifiesto" ni nada de eso que a vos tanto te interesa. A pesar que afirmas no ser de la crítica porque no estás en un sindicato ni etc etc, utilizas los mismos parámetros que ellos: importancia o no del filme dentro de la "historia del cine", ubicación de los recursos estéticos en una década, citar películas del tiempo donde se ubican estos elementos (80's), ah! y hacer alarde de lo que el otro no sabe: "De los 90 no hablemos, porque si no conocés a Godard, Tarkovsky o Casavettes, difícil que te digan algo los apellidos que puedo citarte." Cuando decís "En cine no se trata de saber, sino de ver y oir" estas dejando de lado la posibilidad de ejercerer la interpretación, y de ver el fuera de campo, o, de poder encontrar en el cine mediante la creación del lenguaje audiovisual la posibilidad de creación, de pensamiento.

María Fernanda dijo...

No se si Kinephilos esté de acuerdo conmigo en esto, pero considero que Oscar establece el bando de falso y verdadero, y de el cine real y el imaginario. Avatar pertenece al cine falso porque no contiene un cm de tierra "Toda la perorata ecologista y el espiritualismo new age que se declaman son constantemente desmentidos por una textura fílmica que ha desalojado de la pantalla todo rastro de naturaleza." Pareciera -porque no quiero sufrir de lijereza- que lo real y lo verdadero estuvieran en un mismo nivel y que lo falso e imaginario estuviera en otro, y, le da prelación a lo real y verdadero como indispensables para hablar de cine. A pesar que nombra la tensión entre el registro y la experiencia alucinatoria "en Avatar la industria anuncia su intención de expulsar a la realidad del cine y reemplazarla por un sucedáneo". Pienso que si bien existe dicha tensión como característica en el cine, lo real no corresponde necesariamente a la aparición de elementos terráqueos en la pantalla y la mentira y falsedad a la aparición de "arbolitos fluorecentes" o "una metáfora de nylon" o "La imagen sintética". Yo en ningún momento mostré la determinación absoluta de ver la película sólo desde la intención del director, no sé por qué entendiste eso, lo que veo es que no querés abrirte de tu círculo intepretativo para comprender qué es lo que comparto en el textico, porque según entiendo en lo que decís de TOODO el guión "es acorde con cierta vulgata new age", querés dar a entender que cualquier relación que se haga en ese sentido con la tierra o se parezca va a sonar a lo mismo que vos pensas; lo que muestro claramente en la relación de los indígenas con la tierra es que hay algo de cierto en lo que muestra la película, y que en efecto el problema de la intromición del hombre en territorios sagrados sin entendimiento de la dinámica que ellos conllevan, es así. Si vos lo consideras todo como una perogata New age dentro de una estética de arbolitos fluorescentes y de shopping, aunque es tu problema, deja ver que 1) no has entrado en relación con alguna comunidad ancestral que maneje un ámbito de lo sagrado en la tierra, 2) que tu blog y todos los comentarios de quienes participan son una justificación para lo que vos opinas, 3) los comentarios que sean distintos a tu posición entran a formar parte de lo que vas en contra y finalmente 4) que no te interesa compartir experiencias y opiniones sino discutir con el fín de no salirte o cambiar de posición, lo que indica cierta presunción de tener el último conocimiento sobre el cine, en este caso. Siendo esto todo lo que le tengo que decir a Oscar, La Otra, me despido sin ánimo de querer decir algo más. Suerte.

Oscar Cuervo dijo...

Chau María Fernanda!
Creo que vos tampoco mostrarte ningún indicio de salirte de tu posición, así que, ¿por qué iba a cambiar yo de posición? ¿por qué esperás de mí algo que vos no sos capaz de hacer? Lástima que no puedas debatir, pero tu intención fue buena.

María Fernanda dijo...

¿cómo voy a cambiar de posicion si en ningún momento esgrimiste un sólo argumento que dijera ALGO de lo que yo escribo? vos le decís a Kinephilos que no te dice nada concreto de tu texto, y haces exactamente con el mío que, en contraposición puntualiza muy explicitamente lo que LEO de lo que vos escribís, entonces no me vengas con que no mostré ningún indicio de salirme de mi posición cuando no hiciste ningún esfuerzo; y si querés que sea más explicita tu respuesta me parece que sí es un miado fuera de tiesto de borracho que no le importa donde lo hace sino orinar donde sea porque no entiende de tarros. No me seguís entendiendo cuando yo escribo la palabra, COMPARTO, es distinta a discutir, y si me despedí sin ánimos de escribir más fue porque no encontré en vos disposición alguna de seguir con rigurosidad mi argumentación, de manera que seguir haciendo el ejercicio con vos me parece hacerlo en vano, y lo que digo se observa claramente en la respuesta facilista que escribís. En este sentido, mis mas sinceras felicitaciones por tu trabajo filosófico interpretativo blogeriano. Me despido de La Otra para encontrarme con mi amorcito. Adiós.

María Fernanda dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
María Fernanda dijo...

Me olvidaba de algo!! tu posición no abarca la totalidad de posiciones que puedan existir, por lo tanto siempre van a existir posiciones que discrepen de la tuya. Entonces mi querido Oscar, con todo respeto, ¿no te parece demiasada presumida tu posición de si no estás conmigo en donde yo estoy deja de hablar y largate? "Si querés ser mi interlocutor tenés que aportar alguna idea o al menos algún compromiso con tu discurso. Con maledicencia no basta." Ahora sí adiós.

Oscar Cuervo dijo...

No seas histérica, si te vas andate y si querés quedarte quedate. La frase que citás no está dirigida a vos sino a un troll, no seas tan torpe para leer. Yo a vos nunca te dije que te largues, eso es lo que estás amenazando desde hace cuatro días sin cumplirlo. Yo estoy esperando aprender de vos las bases de la vulgata new age y toda tu experiencia con las poblaciones originarias. Y tus floreos con Spinoza. Me encanta tu estilo.

John Q dijo...

Viste una película que no te gustó, y encima después te pusiste a escribir un artículo sobre lo mucho que no te gustó la película. Qué desperdicio de tiempo.

Idishe Corleone dijo...

Oscar Cuervo: empezaré por decir que me encanta debatir y que, como correcto caballero, me gusta mantener siempre las discusiones en el terreno de la riqueza lingüística. Pero luego de haber leído detenidamente el texto y las respuestas que das a quienes no están de acuerdo con él, desacreditando por completo a quien no comparta tu visión, he decidido escribirte dentro de los límites de la cordialidad, pero con un tinte un tanto más agresivo. Me parece que tu texto está repleto de hipocresía y de falsa bandera. Huele a aquellos que gritan "abajo con el imperialismo" pero se la pasan viendo MTV y preguntándole a sus amigos "a qué after vamos tonight?". Te empecinas en criticar a los mecanismos de marketing que rodean al film, más que a la historia misma, la cual, dicho sea de paso, me parece excelente desde la concepción y que cumple con todos los requisitos que una buena película clásica debe tener, en función de la construcción narrativa de la trama. Pasa que vivimos en una era en la que el cine clásico está mal visto. Y así es que se alaban las payasadas literarias estéticamente perfectas de megalómanos como Tarantino (marketinera en igual medida que Avatar, en referencia a todo lo que ha hecho desde Kill Bill para aquí. Lo que te molestó de la película es que se autotituló como revolucionaria, condición que le es innegable, debido a las tecnologías desarrolladas por y para el film. Y así te perdés en la fácil tarea de catalogarla de cine industrial, cayendo en la bajeza de inducir que el cine, por ser industrial, no pueda ser de autor. Me gustaría recordarte que todos esos mismos cerebros brillantes que crearon el término "cine de autor", Godard, Truffaut y todos los grandes pensadores de Les Cahiers du Cinemá; consideraban a Hitchcock y Wells como los más merecedores del término. En otras palabras, qué mejor manera de luchar contra el sistema, que desde adentro. Pero no, te molesta que se haya gastado lo que se gastó en la película... me pregunto, te molesta de igual manera los millones que mueve la industria del fútbol, o todo el dinero que se pierde en campañas políticas? Porque si de eso se trata, entonces deberíamos terminar con todos los mecanismos que hacen girar los engranajes de la sociedad moderna. De cualquier manera, mi punto es que escribís con una bronca mal dirigida como punto de partida. Si te molestan todas las artimañas tecnológicas que disparan colores fluorescentes que pasan a centímetros de tus ojos, para que has ido a ver la película? Pues, para tenerle bronca nomás. Porque injustamente aclamás que la película pierde en cuanto se mezclan las imágenes reales con las animadas, acusación infame en su totalidad. Te invito a ver nuevamente aquél plano cerca del final, en el cual Naitiri tiene en brazos a Jake y decí -para vos mismo- con una mano en el corazón que se nota la diferencia entre uno y otro. Discutir el éxito total de los efectos especiales que (insisto, en pos de la trama) ayudaron a Cameron a plasmar en la pantalla un mundo que ya había concebido en 1995 y por el cual esperó hasta que la tecnología pudiera permitirle hacer realidad, no hace más que delatarte como falso estandarte.

Oscar Cuervo dijo...

Qué idea tan estúpída del tiempo que tenés, Johnnie, una idea capitalista: me gustó mucho escribir sobre esta película sobrevalorada (no una mala película, sino una mediocre), me gusta las reacciones que logro con lo que escribo, Johnnie, como la tuya, que sólo concibe una experiencia utilitarista de tiempo.
Oh, Johnnie, qué conformista que sos.

Idishe Corleone dijo...

Catalogás a la simbología del film como "de nylon", mientras que si éste perteneciera a un desconocido director europeo, no estarías hablando de new age barato, sino probablemente le llamarías genialidad. La única verdad del cine es que, como bien dijo el maestro Sir Alfred: "son 24 mentiras por segundo". Entonces porqué te molesta tanto que esas mentiras sean animadas? Si me hablaras de Matrix 2 y 3, o de 2012 o de 10.000 AC, entonces te diría que son meros productos para consumición de las masas, en los que la trama sirve a los efectos. Pero el caso de Avatar es al revés: los efectos están en pos de la trama, entonces están bien utilizados. Y qué tiene de malo que el mensaje de la película sea tan claro? Acaso eso lo hace menos valedero? Me parece que tu problema es contra el cine clásico, contra el sistema de estudios, contra las grandes producciones y, por último, contra los Estados Unidos... y te olvidas que detrás de todo esto, la manera de analizar si una película es buena, si funciona o no (más allá del inevitable "me gustó" o "no me gustó"), es si pudo hacer entender lo que quiere decir. Y Avatar lo hace, desde el mismo título. Porque, quieras aceptarlo o no, es un renacimiento del cine, que sin dudas tendrá su influencia en la manera en la que se harán muchas películas de aquí en adelante. Y la temática espiritualista y ecologista del film, que tanto te molesta (me pregunto que tanta polución provocas vos mismo), está transmitida, aún las texturas sean animadas o no. Entonces el mensaje es enviado, el fin es conseguido, sin importar el medio. Todo film tiene algo que decir, pero Cameron lo dice clarito, no hay vueltas, no hay nada raro ni "super cool" que lo vista de algo que no es. Y eso es lo que te molesta, a mí entender.

Oscar Cuervo dijo...

Idishe:
el recurso de apelar al cahierismo de manera lineal está ya un poco fatigado: como a fines de los 50 los cahieristas tuvieron el talento y la originalidad de reconocer los rasgos de autor en directores considerados meros artesanos de Hollywood, el neo-conformismo que vos practicás (más cerrado y dogmático que el conformismo clásico) cree que se puede proyectar el mismo procedimiento crítico a cualquier verga que viene de la industria. Los cahieristas eran muy específicos en sus análisis de los autores americanos que ellos destacaban. Se basaba en una muy minuciosa meditación de los procedimientos formales, de lo que ellos llamaban "puesta en escena" y se aplicaban a unos casos específicos y no a lo que ahora, conformistas como vos llaman vagamente "cine clásico". Esto los lleva a ustedes a invocar a Hitchcock, Welles, Hawks, Ford, para defender productos subalternos, que no cesan de producir noticias acerca del record del box office, pero cuyos análisis se agotan en balbuceos inconsistentes acerca de "la historia misma". Tan mal han entendido la operación cahierista y tan torpemente la aplican que basan sus loas a estas películas en "la historia misma", es decir: en lo menos cinematográfico que tiene una película, su argumento; en cambio son incapaces de articular un discurso consistente acerca de lo que los cahieristas llamaban "puesta en escena"; y para colmo confunden la técnica de un film con sus aspectos formales. Me da la impresión de que ni siquiera arribaron a una comprensión de la noción de "forma cinematográfica" y creen que el recurso técnico del 3d es una innovación formal.
Quizá nunca hayas leido un texto de los escritores cahieristas, quizá sólo los conozcas mediatamente, a través de la vulgata que difunde la revista El Amante o alguna otra por el estilo. Si leiste los textos de Rivette, Rohmer, Truffaut, incluso Daney, no da la impresión de hayas entendido una palabra: sólo así podés acuñar una frase tan desafortunada como "el éxito total de los efectos especiales" invocando a críticos tan lúcidos como los cahieristas.
Ya va siendo hora de que los tardo-cahieristas, los que pretenden practicar algún tipo de modernidad aplicando mal las operaciones críticas que aquellos hicieran con lucidez 5o años atrás, empiecen a acuñar algún concepto propio, porque aplicar la etiqueta "clacisismo" a cualquier mamarracho industrial delata qué poca noción tienen de lo clásico.

Y ahora me voy al afterhour.
Ciao, Idishe, y agarrá los libros que no muerden.

Chinasky dijo...

Y seguimos con que un film es su argumento, es su "mensaje", es sus modos de producción, sus buenas intenciones.Qué bàrbaro, che.

Y seguimos confundiendo "cine clásico" con historias lineales, las 3 unidades aristotélicas, y ya que está, cualquier bodoque cuadrado y ramplón, como Avatar.

Sobre "cine clásico" (las comillas son necesarias a esta altura), recomiendo el libro de Eduardo A. Russo "Cine clásico, mitos variaciones y replanteos de una idea". En su título ya lo está todo.Puedo prestarlo si es necesario.De nada.


Serge Daney ¿dónde estás cuándo más te necesitamos?

Bresson (y tus notas sobre ese misterio que es el cinematógrafo), volvé, por favor.Aunque sea un rato.

Oscar Cuervo dijo...

El préstamo del libro de Russo te lo acepto, no sabía que había escrito sobre eso, pero descuento que debe estar muy bien, Russo es un tipo muy inteligente.

Y sí, se usa el concepto de clasicismo a la marchanta: a cualquier cosa de género se la considera clásica, si "se entiende" y si tiene presentación nudo y desenlace, entonces es cine clásico: Valientes, el culebrón de Polka, es clasicismo.

Y después, eso de coordinar en un mismo párrafo a Welles y Hitchcock con estos blockbusters... el grado de innovación formal de estos dos muchachos a lo largo de décadas, la cantidad de recursos sintácticos que crearon, el desafío que le plantearon al espectador (al que nunca abrumaron con "impactos" sensoriales) no se pueden equiparar con los desarrollos de ingeniería de los cuales Avatar se convierte en catálogo.

Dos banalidades recurrentes que se leen en estos días en defensa de Avatar:

1) confundir la innovación técnica con la creación formal; y

2) juzgar a las películas por las intenciones de sus directores: "entender lo que el director quiso decir", un criterio aplicable a la publicidad: si fuera por eso, todos los avisos publicitarios serían obras maestras, porque siempre se entiende lo que quieren decir.

Ojalá que Eric Rohmer no haya llegado a enterarse de que su obra como crítico fue citada en vinculación con estas baratijas.

Mateo dijo...

Pues
sólo quiero exponer mi punto de vista dado que este no parece ser un espacio para un compartir libre de prejuicios... igual, aquí va:

Me parece que Cameron con Avatar da un paso importante en la meta que todo ser humano busca: CAMBIAR EL MUNDO.

Vi la película con la mirada de un niño, me emocioné hasta los pelos, con las idas y venidas emocionales del protagonista... fui capaz de ponerme en sus zapatos, a pesar de ver clásica clasificación "depredaadora" del Ser Humano, me fascinó la fantasía que mostró Cameron, y todos los sencillos detalles.

Los efectos, no estuve pendiente, sencillamente los disfruté y me transportaron a ese mundo (aunque no la vi en 3D, cosa que espero hacer) maravillado con la intima y explícita conexión entre los Na'vi y con Pandora (su planeta) y la explícita vida que muestra, con cada paso fluorescente. Un mensaje claro, que a los ojos de un niño, despierta una sensibilidad esencial, y ojalá una pregunta: Será que pasa lo mismo con la Madre Tierra sólo que no nos damos cuenta?

Espero que Cameron tenga un impacto considerable en esto de Cambiar el Mundo con este trabajo, se necesita una Sensibilidad al 100% y una Racionalidad en 0, además de la Capacidad de asombrarse... a los niños, en su mayoría, pertenece el goce de esta obra.

Un saludo a todos y espero que desendurezcan la piel.

Oscar Cuervo dijo...

Este no te parece un espacio para un compartir libre de prejuicios pero usás este espacio para tu compartir prejuicioso.
Deberías escribir este mensaje en blogs de niños.
Pero los niños no alardean de ser niños ni de mirar el mundo con ojos de niños.
Los que se quieren volver niños son los grandotes, cuando quieren hacerse los tontitos.

Idishe Corleone dijo...

Oscar Cuervo: ya que tenés el poder de decidir qué es clásico y qué no (delirios de grandeza, que le dicen), te reto a que argumentes -sin caer en los latiguillos amarillistas de tu filosofía barata- en qué difieren la utilización del 3D en Cameron con las entonces innovaciones tecnológicas de Hitchcock y contemporáneos, como el Technicolor, el croma y otros efectos visuales. Nunca leí El Amante, Les Cahiers du Cinemá me lo conozco bien, "El Cine Según Hitchcock" lo releo cada tanto, y no entiendo porque me tratás de "ustedes", cuando yo soy uno solo (sin contar las personitas en mi cerebro) y no represento a nada ni a nadie más que yo mismo. Y lo de neo-conformismo andá a cantarlo al obelisco, porque yo no soy ni neo ni conformista. Seguís haciendo lo mismo que en tu texto inicial: criticás los mecanismos de comercialización del film, aberrás y desmerecés el uso de los efectos especiales (de los cuales jamás hablaron los franceses, porque no existían), utilizando palabras bonitas envueltas en papel de regalo y con moño rosa, todo para decir lo mismo -nada! Lo único que queda claro de lo que decís es que te molestan los éxitos taquilleros (así se dice en español, por si se te perdió el término)...
Y ahora si, andá nomás al afterhour, a tomar las porquerías químicas que sea que tomás, que te dejan pensar con una claridad bárbara... y luego seguí quejándote de lo artificial!
Ah, me vas a decir que en una película animada no existe la puesta en escena? Quién es el dogmático cerrado?

Oscar Cuervo dijo...

El dogmático cerrado, está claro, sos vos.

- El que dijo que Avatar es clásica sos vos, de modo que vos podés decir qué es clásico y qué no es clásico, sin fundamentar qué es el clasicismo.

- La diferencia entre Avatar y las películas de Hitchcock no radica en el uso de las innovaciones tecnológicas, así que no voy a seguir argumentando en esa línea.

- Yo jamás critiqué las innovaciones tecnológicas: no entendiste una palabra de lo que yo escribí si creés que yo critico las innovaciones tecnológicas.

- Yo no dije que la película Avatar careciera de puesta en escena, sino que en tu comentario y en otros como el tuyo (que citan Cahiers sin entenderla) no se hacía referencia a la puesta en escena sino al argumento. Así que esto tampoco lo entendiste.

- No comprendés mi nota, ni siquiera en sus párrafos más sencillos: si me molestara que la película fuera taquillera, debería impugnar a Titanic, la película más taquillera de la historia. Pero parece que te salteaste lo que digo sobre ella.

Así que no leiste mi texto con atención o no sos capaz de entenderlo. Te encargo lo siguiente: volvé a leerlo y si vemos que lo llegás a entender, seguimos debatiendo.

Idishe Corleone dijo...

Si te tengo que explicar qué es clásico y qué no, entonces el que no leyó a los autores que citás con énfasis, sos vos. Si negás que la trama es el mismisimo camino del héroe, pasando por alto todos los mitos bien claritos que se citan en ella, así como todo el simbolismo plagado desde el mismo principio del film, bueno, no sé qué tipo de cine habrás estudiado... estudiaste cine, no?
Además, el que no lee lo que le escriben sos vos - lo que yo te pedí es que me argumentaras qué tienen de distinto (en el concepto histórico por un lado y en cómo están utilizados en función de la trama, por otro lado) las innovaciones tecnológicas que impusieron Hitchcock y Cameron; a lo cual seguís escapando de manera cobarde, tratando de modificar mi enunciado y desestimando lo que no sabés cómo responder.
Si creés que no criticaste las innovaciones tecnológicas utilizadas en el film, mejor releé tu propio texto... o aseguráte de no escribir a la salida del after la próxima. Si no te molesta que la película sea taquillera, entonces porqué desestimás la esencia de la misma basado en ese hecho, el cual repetís en varias ocasiones.
Encargos dejále a quien le tengas confianza, a mí no me encargues nada, gracias. Si querés, tratá de entenderte a vos mismo, ya que estás lleno de contradicciones y declaraciones cuya única intención es la de tener razón. Quizá entonces podamos seguir debatiendo.

Mateo dijo...

No sé para que se desgastan en comentar una entrada de blog imperfecta, de un ser imperfecto y lleno de contradicciones, como todos, y dar lora como si fuera la última obra de arte... de un artista con algo que decir...

Siempre hay una nueva interpretación de lo escrito, una nueva implicación que justifique el contragolpe, una palabrita o cita de la que pegarse para desvirtuar al otro... y es un espacio para compartir? no creo, este blog no debería tener la posibilidad de comentar si no sirve de nada...

Bueno, sigan haciéndose los tontitos, porque gastar el tiempo así ha de tener poco provecho, aunque admito que es entretenido discutir y sacarle contradicciones a alguien con una posición "fija"

Oscar Cuervo dijo...

Y vos para qué te desgastás en comentar un post imperfecto en un blog en el que comentar no sirve de nada? Sos un ejemplo extremo de inutilidad confesa.

daniel rico dijo...

AVATAR: Aburrimiento 3D

Vino mi cuñado de visita a casa, y para no tener que recibirlo me fui al cine.

Fui a ver Avatar, del canadiense James Cameron, director del recordado y extenso bodrio melodramático Titanic; que antes ya había plagiado y dirigido la tambien taquillera Terminator, protagonizada por el hoy gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, quien trata de salvar de la quiebra al tesoro de su estado promoviendo los libros digitales, en el sistema educativo, y la despenalización del comercio de marihuana.

El argumento de la película es una mezcla de Pocahontas, Danza con lobos, El último Samurai, Dinotopia... etc, en un pastiche insufrible tipicamente Hollywoodense.
Es una de vaqueros ingenuamente revisionista, solo que en vez de indios, los buenos son los alienígenas. A los cinco minutos ya sabes quien es el bueno, quien el malo, quien se queda con la chica y quien tiene una muerte horrible, en justa retribución de su maldad. El capitalista, por supuesto, al final se salva: no tiene sangre en sus manos, para eso tiene a la policia , el ejercito y participación accionaria en alguna de las corporaciones dueñas Hollywood.

Está editada de un modo lineal, carente de cualquier originalidad y tan mal hecho, que en al menos dos oportunidades tienen que recurrir a una vos en off, que relata una escena que falta y otra que no se entiende sino se la explica. El desarrollo de la trama es chato, previsible y aburridísimo...!
... insisto: ABURRIDISIMO...!

Sigourney Weaver hace el mismo papel que en "Gorilas en la niebla", solo que esta vez trata de salvar extraterrestres en lugar de simios, y solo que esta vez está mas entrada en años, en kilos y cansada. Y ya no esta para cazar Aliens, tal vez por eso quiere haceres amiga de ellos...

Algunos detalles son francamente estúpidos, como que los alienigenas se conecten a sus caballos de 6 patas o a sus pterodactilos biplanos, con una especie de conector USB biológico que tienen en la punta del pelo trenzado.

El 3-D es intrasendente, a los pocos minutos te olvidas que está y solo queda la incomodidas de los anteojos. Los personajes digitales y el ambiente recreado no aportan mayor novedad, tal vez por lo intrasendente de la historia.
El cine 3-D no sirve, no hace falta, nuestro cerebro ya realiza el trabajo sin necesidad de artilugios, ¿o acaso cuando vistes Salvando al soldado Rayn, la sangrienta escena del desembarco del Dia D, pensastes: "a esta escena le falta profundidad, es muy 2-D..." ?

¿Hay que decir algo sobre ecología?, ¿es serio pensar que Hollywood, una industria corporativa, dedicada a la destrucción de la diversidad cultural en todo el planeta, como medio para maximizar ganancias, promueva valores de responsabilidad con el medio ambiente y solidaridad con los pueblos menos desarrollados? ...no jodas!

El tedio opera sobre la subjetividad del tiempo, por eso esta película se hace tan larga que a la mitad hacen una pausa, se encienden las luces, y el caramelero te despierta para tratar de venderte otro balde de palomitas de maiz, carísimo! ...mientras despertás, tenes la sensación de que te están asaltando.

26 $ la entrada!, la siesta mas cara de la ciudad...
No se cuando voy a escarmentar y dejar de caer en estas estafas yanquis.

Supongo que Cameron conseguirá con este nuevo engendro taquillero, dinero suficiente como para hacer otra serie de sus fanáticos documentales para el History Chanel , fundamentalistamente cristianos, en los que cree probar que la biblia es un texto rigurosamente historico.
Esta vez, tal vez trate de demostrar que Santa Claus existe, y nunca fue empleado de la coca-cola, y que los Reyes Magos no son los padres.

Oscar Cuervo dijo...

Daniel Rico:
el texto es divertido, pero ya lo mandaste tres veces. Si querés seguir comentando, tratá de agregar algo nuevo.

daniel rico dijo...

¿Ccomo tres veces si lo lo veo publicado una?

Tengo que aprender a manejar mejor esta tecnologia!

Gracias Oscar, ya estoy preparando algo nuevo para atender tu consejo.

Saludos!

BRUNO dijo...

para mi lo q acabas de decir es una zarta de mentiras de unn don nadie q se cree q save de cine personalmente pienso q nececitamos dejar de hacer tanto analisis y verla y decir "q buena peli" o "la verdad no me gusto" .
(y titanic es una gran pelicula)...
LOS CRITICOS SON DIRECTORES FRUSTRADOS(OSEA SIN EL SUFICIENTE TALENTO PARA SERLOS)Y LOS Q SE HACEN LOS Q SAVEN DE CINE SON UNA MANGA DE HIPOCRITAS Q QIEREN SOBRESALIR.

Oscar Cuervo dijo...

Estube pensando en lo que desis y es sierto Bruno, la peli me gusto.

Persio dijo...

Oscar, lei tu crítica, quería compartir la mía con vos: http://www.eneroavellana.com.ar/2010/01/save-indians.html

No lei toda la discusión de acá arriba, pero lei el mensaje de Bruno y -era hora de que lo reconocieras- es evidente que tiene rasón.

Mateo dijo...

Repondiendote el comentario Oscar, pues si, gasté un rato de mi ocio aquel día y hoy para venir a comentar, pero sobre todo, entretenerme leyendo "barbaridades"...

Para referencia de todos los que leen los comentarios de esta entrada, aquí una buena columna, de alguien que sí sabe escribir imparcialmente sobre una película, sin evaluarla por su contexto, y que logra entender la intención del director, entendiendo que su contrato no lo ata a la ideología de Hollywood, ni lo que diga el director de marketing de la FOX:

William Ospìna - Avatar

Espero que mínimamente dejes este enlace aquí, así no leas la columna, a beneficio del que si quiera una opinión sobria de Avatar...

Eduardo Chinaski dijo...

Cuando lo termine, te presto el libro de Russo, Oscar.

Y sí, Avatar es el camino del héroe, un héroe racista, claro.

Oscar Cuervo dijo...

Te respondo 10 años después: la bola de Citizen Kane y el espiritista de 8 y 1/2 siguen siendo más modernos que este cachivache plástico.

daniel rico dijo...

quien diria que este bodrio obtendria financiamiento para una continuacion. en un mundo asi, la estafa del Bitcoin no podia fracasar.