todos estamos igual

viernes, 6 de noviembre de 2009

El domingo en La otra.-radio, Ricardo Ragendorfer

habla del estofado que está cocinando Macri



por Ricardo Ragendorfer y Walter Goobar
(Miradas al Sur; ver nota completa acá)

En la campaña electoral de 2007, Macri enarboló el tema de la seguridad como su bandera más preciada. Ello fue determinante en su llegada a la jefatura de la Ciudad. Su principal asesor al respecto fue precisamente Burzaco, un robusto muchacho de 38 años que soñaba con ser ministro de seguridad, tal como el líder del PRO se lo había prometido. Pero grande fue su sorpresa al enterarse por los diarios que Macri terminó eligiendo a Montenegro para ese cargo.

Apalabrado en septiembre de ese año por Michetti –con la que había entablado un lazo de amistad a través de quien fuera su esposo, el ex periodista Eduardo Cura–, Montenegro no vacilaría en renunciar al Juzgado Federal Nº 7 para estrenar el traje de ministro, no sin antes tener una gentileza con su futuro patrón: archivar una causa que investigaba a Ángelo Calcaterra –el primo de Macri– por notorios sobreprecios en obras públicas.

Montenegro, padre de tres hijos, amante del rugby y con una inquebrantable fe católica, jamás ocultó su fascinación por el universo de los agentes secretos. Incluso, entre sus conocidos y colegas del fuero federal, era célebre por jactarse de espiar teléfonos ajenos. “Ojo, yo sé todo”, supo ser su latiguillo en tales ocasiones. Y ello tenía su asidero de razón: durante sus días de fiscal, en su despacho estaba instalado uno de los equipos permanentes de la Side para efectuar filmaciones clandestinas, tal como está probado en la causa que lleva el juez Ariel Lijo por las irregularidades cometidas en la instrucción judicial por el atentado a la Amia. Ya entonces, Montenegro y el Fino mantenían una relación cordial. Y este último no dudó que el Gordo sería funcional, o al menos, manejable, en el proyecto macrista de crear una Side paralela.

Ahora –según fuentes confiables– se sabe que ese plan fue dispuesto desde el principio por el propio Macri. Y Palacios fue su brazo ejecutor. En aquel contexto, éste le incrustó a Montenegro la forzada presencia de Pascual Miguel Mazzeo, un ex oficial de la temible Superintendencia de Seguridad Federal que durante la dictadura –bajo el alias de Macciopinto– fue infiltrado en la Juventud Universitaria Peronista (JUP). Y en los albores de la gestión del PRO en la Ciudad, siempre bajo las órdenes del Fino, su misión sería la de ser ladero del ministro, con el propósito de que éste sea debidamente controlado.

Ahora también se sabe que Mazzeo –en su calidad de vaso comunicante entre Macri y Palacios con Montenegro– jugó un rol clave en la selección del personal de la Metropolitana. Ya entonces fue reclutado Ciro James, cuyo destino intermedio sería el Ministerio de Educación, puesto que la fuerza policial porteña transitaba aún por su prehistoria. Para ello se recurrió al gerente de Boca Juniors, Andrés Ibarra –y por consiguiente, empleador de James en ese Club– quien acababa de convertirse en subsecretario de esa cartera. Allí, el espía –bajo la cobertura de ser asesor del área legal– monitoreaba a docentes y estudiantes en sus respectivos conflictos con el gobierno de la Ciudad.

Junto con James, el dúo Fino-Macri también orquestó la incorporación de una verdadera legión de plumas –como se les dice a los agentes de inteligencia de la Federal– y un volumen no menor de ex agentes de la Side.

[DESPUÉS PASÓ LO QUE PASÓ: CIAO FINO, CIAO, CIRO. Y MACRI NOMBRÓ AL FRENTE DE LA POLICÍA METROPOLITANA A UN CIVIL: EUGENIO BURZACO]

Con la esperanza de que su condición de jefe policial civil impresionara de modo positivo a la opinión pública, el nombramiento de Burzaco exhumó del olvido el sabor picante de su trayectoria. Considerado como una suerte de intelectual del ala más conservadora de la nueva derecha argentina, este licenciado en Ciencias Políticas de la Universidad del Salvador haría su primer trabajo de campo como agente de la Side, durante la época de Fernando De Santibáñez. Luego asesoraría –además de Sobisch– al no ingeniero Juan Carlos Blumberg, a la comisión directiva de River Plate y hasta a un senador estadounidense del Partido Republicano. También es autor de dos libros: Rehenes de la violencia y Mano justa. En lo político, tras abandonar la Side durante la caída del gobierno de la Alianza, se fascinó con la profundidad del pensamiento macrista. Y se unió a las filas del PRO, siendo elegido diputado en 2007. Tras el desaire de su fallido nombramiento, se mudó hacia las huestes de Francisco De Narváez, quien en las últimas elecciones sólo le concedió una candidatura de consejal. Ello determinó su alejamiento de la política. Pero la sorpresiva convocatoria de Macri para encabezar la fuerza policial más desafortunada del país, lo situó por vez primera en el centro de la escena.

Enemistado con Montenegro, al frente de una cúpula controlada por el Fino y resistido por la oposición y las organizaciones sociales, su futuro es más que incierto.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

El disgusto que le debe haber dado a Mauri este post.

Caíto dijo...

A Macri no le disgusta nada por que es un reverendo caradura!!!!! A mí, como ciudadano, habitante de la CABA, que no voté al energúmeno y sus secuaces, el guasón incluído, síiii!!! me disgusta éste personaje, no me gusta nada, es un inepto, y espero que le den un reverendo shot los millones que lo votaron en estado de confusión mental, enfrentando claro, en aquel histórico ballotage a Filmus- Heller, judios, comunistas(ex)intelectuales, puajjjj!!!!! Que bueno que va a estar Buenos Aires sin Mauri!!!!!

Violencia Rivas dijo...

No se preocupen, los funcionarios de Macri tienen una vocación imbatible por durar tres o cuatro meses en sus puestos e irse con denuncias penales a cuestas. Este Burzaco tiene todos los boletos para el shot fulminante.

Como Caito, espero sinceramente que las obnubiladas neuronas que pusieron la papeleta para este papelón, recapaciten.

Igual el apoyo de la clase media fascistoide es bien voluble y cuando vean que lo de la policía metropolitana es una trastada más, se terminó lo bueno de buenos aires en amarillo y negro.

Insisto,no vendría mal incendiar un par de despachos del GCBA.

Anónimo dijo...

gracias cuervito , ayer dormi como los dioses... es re aburrido el programa, me acoste y quedo frito a los dos segundos , lastima q me quedo la compu encendida toda la noche ...

Anónimo dijo...

se ve que de dia tambien te queda prendida, y de paso aprovechas para escribir boludeces.

yosoynadie

no soporto a la yuta dijo...

Todo bien (todo mal, en realidad) con el Fino Palacios...

Pero podría haber alguna referencia a la yuta asesina del comisario Valleca (el que reprimió en la facultad de sociales hace 10 años), que es el capo de la Federal K sin que lo impugnen los guardianes de los DDHH.
Y cuyos esbirros siguen matando pibes, como el flaco del recital de Viejas Locas.