todos estamos igual

lunes, 16 de marzo de 2009

La ilustración norteamericana

Helen Frankenthaler

Por Jorge Dolinczuk

Vamos a hacer una rápida, casi telegráfica recorrida por la historia de la ilustración en Norteamérica y los hechos que ayudaron a que fuera un fenómeno tan grande y su influencia tan duradera. Entre fines del siglo XVIII y mediados del XIX la industria gráfica se había desarrollado en los países industriales, aunque no era un fenómeno masivo sino limitado a las clases altas y medias. Como es posible que en el país más desangelado y culturalmente dependiente (de Inglaterra) se haya producido esta explosión cultural que sigue influyendo aún hoy a diseñadores y directores de cine, lo veremos a continuación: luego de la enorme tragedia que fue la Guerra de Secesión, el bando triunfante cuenta con un proyecto imperialista y a la vez tiene un presente griego: debe tratar de cicatrizar heridas y unificar ideológicamente el país.


Mark Rothko

Entre muchas medidas hace que el correo llegue efectivamente a todos los rincones; y apoya el desarrollo de la industria gráfica, comprendiéndola como difusora de ideología, unificadora de opinión y transmisora de valores. Así la ilustración recibe un gran impulso a través de la educación, la información periodistica y también con la industria de esparcimiento, con libros de aventuras, libros de piratas o de la Roma Imperial; también con carpetas de láminas sobre personalidades (Washington, Lincoln) acompañadas de textos históricos breves.

Mark Rothko

Se mantiene y consolida una visión costumbrista en todas las artes plásticas. Llegan a ser muy buenos practicando un posimpresionismo al pintar escenas del oeste o haciendo crónica cotidiana de la vida en las ciudades. Esto evoluciona hasta fines de los 30. En 1940 llega André Masson, decisivo para el movimiento expresionista abstracto. Llegan también como refugiados de guerra los demás surrealistas: Max Ernst, Yves Tanguy, André Bretón entre otros. Caen en el momento justo para las artes plásticas, cuando todo ese costumbrismo, con su moralina de provinciano cuáquero, se había tornado asfixiante. Se forma en medio de un hervidero de ideas y búsqueda de identidad propia, la Escuela de Nueva York -"los Irascibles"-, con personalidades dispares y destacadas: Theodor Stamos, Mark Rothko, Helen Frankenthaler, William Baziotes, Franz Kline (y dejo fuera por el momento a Jackson Pollock y Mark Tobey).


Theodor Stamos

Vamos llegando al punto central: los procedimientos automáticos y de "accidentes provocados" les caen como hechos a su medida, hacen suya la pincelada automática sin intención figurativa (nada más automático que una pincelada en el contexto de una caldeada búsqueda en un cuadro) y la convierten en su actividad central, explorándola en todas las direcciones posibles. Estos artistas son la primera generación de expresionistas abstractos (desde mediados de los 40 hasta los 60 aproximadamente). Para aquella época, y desde el período de entreguerras, no existía división entre el arte de galería y el encargo comercial, eran y son, campos comunicados fluidamente: un pintor cumplía con un encargo de publicidad y al día siguiente estaba trabajando igual que antes; es en este modo horizontal, democrático, típico del way of life que los ilustradores se contactan y son influídos por las últimas tendencias.


Coby Whitmore

Veamos, por fin este trabajo de Coby Whitmore, podemos llamarlo Pantuflas azules, ya que su nombre se perdió (es de 1960), el centro de la imagen está "vacío", "no pasa nada" ahí, pero igual se sostiene, no se "cae", su elocuencia es la pincelada, que genera un clima. Las figuras y los muebles, la alfombra y las pantuflas, están ubicadas en los tercios inferior y derecho. ¿Por qué? Tradicionalmente iban ahí el titular y parte del texto de la nota o cuento se dejaba en blanco. Pero esta ilustración fue pensada así, para que pudiera ser contemplada en forma independiente del texto, y así se compuso (¿recuerdan las composiciones tan modernas de algunas escenas de 2046?), con el plano del piso rebatido, con el mejor perfil para percibir las figuras etc. Para terminar, estas auténticas bellezas pictóricas (aunque esto suene algo cursi) se logran, con mucho talento, estudio, trabajo y sobre todo compitiendo. ¿Con quién? Con sigo mismo, colocando el listón cada vez un poco más alto.

3 comentarios:

La herida de Paris dijo...

Muy bueno Oscar. El expresionismo americano es una de mis debilidades. El otro día me clavé por enésima vez "Pollock" que la agarré en cable a las 2 am.
Te recomiendo, si me permitís, el excelente "A toda Crítica" de Robert Hughes.
Abrazo.

Anónimo dijo...

Para La Herida de Paris: gracias por tu comentario, no sabìa de la existencia de fanas de plàstica por aquì, no bièn pase el vèrtigo del Bafici, mandarè màs cosas, entre ellas algo sobre la influencia de Franz Kline.
Un abrazo, Jorge


Pregunta: ¿alguno sabe algo de una posiciòn crìtica de Pino Solanas sobre la gestiòn de Sabatella? pregunto porque escuchè fugazmente al fin de un reportaje radial, cuando ya le cerraban el micròfono, a Pino alertando sobre algo asì como "continuismo-kirschnerismo" de Sabatella; no pude hallar nada en internet, asique si se agradecen datos.

Saludos y gracias, Jorge

Anónimo dijo...

Jorge, si me permitís, quizá estén faltando algunos nombres que, a mi juicio, son fundamentales.

George Grozs, por su grafismo de trazos fieros, coléricos e inmediatos.

Ben Shahn, por su ruptura temática y técnica con todo lo que se tenía por inamovible en la plástica estadounidense.

Der Blaue Reiter, por su paleta sin sombras casi, sus volúmenes que parecen antecedente directo de Frankenthaler y la violencia de sus colores.

The Armory Show de 1913, porque abrió unas válvulas de las que terminarían saliendo Pollock y Rothko, entre muchos.

Espero no molestar con la sugerencia de estos nombres.