domingo, 29 de marzo de 2009

Bafici: The dark harbor



por Dark Lady

(Sobre The dark harbor, del japonés Naito Takatsugu)

Los paralelismos que establece el catálogo del Bafici son realmente engañosos. Yo iba dispuesta a ver a un Kitano de segunda categoría que durante toda la película traté de encontrar, en vano. En realidad, fue mejor.

Esta es una comedia romántica, que de fantasmas no tiene nada, como se andaba diciendo por ahí. Quizás lo dicen por la imagen en video que aparece de la “chica” y de su tierno hijo, en el sentido de que toda imagen que aparezca en algún tipo de pantalla es fantasmática, pero yo diría que es más bien realista, ingenuamente realista. También puede que lo digan porque ella se esconde con su hijo en un armario, pero creo que en este caso estamos hablando de eso: una muchacha y su hijo escondidos en un armario.

El protagonista es un pescador medio tarambana que lo único que desea en su vida es encontrar una esposa. De hecho, puede ser cualquiera. En el fondo, a pesar de la rosa que siempre lleva prendida en el ojal, este hombre está lejos de ser uno de esos románticos que esperan a su media naranja. No. Lo que el quiere es tener una esposa.
Cuando finalmente encuentra a “alguien”, la chica escondida en el armario, se enamora perdidamente en el instante y le propone quedarse a vivir con el y con el hijo de ella. Mediante un engaño, ella se escapa, parece que con un surfer bien parecido, y abandona a su propio hijo y al pescador, quien adopta al niño.
A quien tenía que unir el destino era a un padre sin hijo y a un hijo sin padre.
La película tiene lo suyo: buen manejo de los flashbacks, pocas palabras y a veces algunos gags bastante cómicos.

En lo que flaquea bastante es en la utilización de esos cortes donde se empalma una imagen con la siguiente de forma que el corte se note pero quede “sutil”. Se lo usa, por ejemplo, cuando el pescador está cenando solo. La cámara no se banca el tiempo de esa soledad, y tiene que pasar a otra cosa. No está bien que en el catálogo diga que es una película que aprecia los “pequeños detalles” de esta vida. Si así fuera, entonces podríamos observar realmente cómo se sienta solo a comer la cena, y experimentar esa duración y esa soledad.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

ay cómo los envidio a todos a todos a todos....

ya nos veremos por ahí.

Carla dijo...

El niño no era el hijo de ella sino hijo de un hombre que se lo dejo a ella.

Y ella para mi, es mi interpretacion proque a decir verdad queda abierto, para mi se suicido, y lo termino de definir al momento de ver al surfer comiendo que era por el unico motivo por el cual ella estaba en la casa, para sobrevivir.
La imagen de su hebilla adentro del pescado puede disparar para muchas cosas, a mi me disparo eso. La vi recien y en verdad aun no la temirne de procesar