todos estamos igual

lunes, 14 de abril de 2008

BAFICI: Dreyer revisitado


Stellet licht (Carlos Reygadas, México / Francia / Holanda , 2007): es la película que les va a gustar a todos aquellos a los que no les gusta Reygadas. Esta frase es moneda corriente en los pasillos del festival. Un amigo me dice: con Stellet licht te vas a rendir ante las evidencias. El sabe que yo detesto las dos primeras películas del cineasta mexicano: Japón y Batalla en el cielo, películas que le permitieron a su autor llamar la atención en los festivales europeos. Películas detestables, más la segunda que la primera. Cuando se habla de la vitalidad del cine mexicano actual, pareciera que uno tiene que optar entre el gesto de integración de los Cuarón, Iñarritu por un lado, o la radicalidad de Reygadas. Yo creo que la radicalidad que Reygadas había mostrado en Japón y Batalla en el cielo es comparable a la operación de marketing que los daneses produjeron en la década del 90: una forma de ganarse la atención desde un lugar periférico, cuando en verdad se desea desplazarse desde la periferia hacia el centro; o bien: el grado de excentricidad que el sistema puede integrar.

En el caso del Dogma 95, una idea muy pueril de la autenticidad cinematográfica, la que se lograría con opciones tan sencillas como mover la cámara sin ton ni son, cortar los planos arbitrariamente, corregir el foco porque sí, etc. En el caso de Reygadas, cultivar un feísmo local, combinado con toques de qualité, para mostrarle a los europeos que con gente fea en situaciones desagradables se puede hacer algo "arty".

Y bien: ¿es Stellet licht la película que nos va a convencer de los valores del cineasta Reygadas? Para empezar: acá no hay feísmo. Curiosamente no parece una película filmada em México: Reygadas la filmó en una comunidad de menonitas del norte de México que no hablan castellano. Parece una película danesa, pero no del Dogma. Lo que Reygadas nos quiere mostrar es cuánto le gusta Carl T. Dreyer, el autor de La pasión de Juana de Arco, pero sobre todo de Ordet, ese film del cual Stellet licht es una ¿remake? ¿copia? ¿homenaje?... evidente. Reygadas nos dice: yo puedo hacer esto: vean qué bello, vean qué climas logro con planos secuencia del amanecer y del anochecer, vean cómo filmo la naturaleza, vean: por segunda vez en la historia del cine un personaje de un film realista resucita.

Se trata de qualité de acá a la China. Reygadas muestra que puede hacer películas en las que no aparezcan ancianas desnudas ni gordos masturbándose. Todo luce bonito y recatado. Sí: eso está demostrado. El sentido de refilmar a Dreyer caligráficamente, no obstante, no alcanza a justificarse: las dudas no se disipan, sobre todo porque Reygadas parece diseñar su carrera en base a golpes de efecto. Stellet licht no está mal, tampoco está bien.

No será la película que nos saque las dudas sobre su autor.

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